Tuesday, May 12, 2009

ACERCA DE LA CASA DE BERNARDA ALBA DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Francisco Javier Sainz Paz

Introducción.
Con este trabajo, busco analizar por medio de la estructura que se encuentra en el índice, los aspectos de alienación y valores humanos que se encuentran en este drama, estructura teatral que concibo así: “…el contenido de un drama tiene el carácter de acción que se desarrolla en una dirección consistente y definida hacia la meta final establecida por el autor. Es únicamente en conjunción con una adherencia profunda con la individualidad artística del autor, con las ideas y disposiciones que son la médula creadora del drama, como el teatro puede revelar su profundidad artística completa y transmitir la integridad de una poética, la forma graciosa de su composición”1. Pero aquí encontramos rasgos del drama moderno, donde se abstraen elementos, se concentran en la esencia del objeto, como Lorca realiza con Pepe el Romano. También vemos que “…la escritura dramática expone y desarrolla conflictos, es decir, plantea las dificultades de un personaje que se fija una meta incompatible con el status quo en el que se encuentra (político, amoroso, familiar, económico, etc.). Cada personaje defiende su deseo según su personalidad, sus rasgos y sus necesidades”2.Este conflicto es la lucha real que representa las luchas en la vida real, las contradicciones de la realidad en su dialéctico movimiento. En La casa de Bernarda Alba, encontramos un conflicto de relación pues se origina cuando se enfrentan las metas del protagonista y el antagonista, Adela y Bernarda, aunque también hay rasgos de un conflicto de situación pues los personajes luchan contra un presente heredado del pasado, así como rasgos de conflicto social. Estos son algunos de los rasgos que presento como propuestas de análisis, además de la concepción de la casa de Bernarda, como España entera.
Desarrollo.

Actos.
La obra está dividida en tres actos. El primero inicia de mañana, el segundo en la tarde y el tercero en la noche. Al parecer la trama se desenvuelve en tres días. En cada uno de ellos notamos cómo cada vez se hace más complicado, para la protagonista, alcanzar su objeto de deseo a causa de la lucha entre protagonista y antagonista por alcanzar, cada una, sus metas. Notamos la agudización de las contradicciones causadas por el deseo y la prohibición que lleva en cada acto a desenlaces que consternan al lector y espectador.
El capítulo primero inicia con la muerte del segundo marido de Bernarda, lo que ocasiona que se instaure el perpetuo luto para los habitantes de la casa. Sabemos que la situación de estas mujeres era ya difícil, en cuestión de que ya eran bastante reprimidas, pero con el luto instaurado por Bernarda, se agudiza la situación. Cuatro de las hermanas pierden toda esperanza de escapar del yugo de Bernarda, Adela no y lo muestra desde el inicio. Cómo uno de los subtextos que acompaña la polisémica obra, encuentro yo aquí una simbolización de la casa de Bernarda como si fuese España entera, Bernarda la tradición, la ideología y el poder hegemónico incuestionable; las hijas, Poncia y la criada como ciertos sectores de la sociedad española. Creo que esta visión de es reforzada por la didascalia: “Drama de mujeres en los pueblos de España”3, donde García Lorca muestra que su intención es tratar una problemática de índole nacional, más adelante daré más argumentos para esta interpretación.
También, desde el inicio, se nos presenta la caracterización de Poncia y su visión de lo que sucede. Poncia le tiene odio a Bernarda, la relación que sostienen es una relación de poder y económica, donde Poncia, como criada, no puede dejar de obedecer a Bernarda pues sería despedida, lo cual afectaría la situación económica de su pobre familia. Cuando nos informa que Angustias es la única que posee una dote considerable a comparación de sus hermanas, además de que el lector y el espectador conoce la situación familiar y lo prepara para lo que ocurrirá, surge a partir de allí este diálogo con la Criada:
Criada. ¡Ya quisiera tener yo lo que ellas!
Poncia. Nosotras tenemos nuestras manos y un hoyo en la tierra de la verdad.
Criada. Esa es la única tierra que nos dejan a los que no tenemos nada4
Con este diálogo se nos presenta un mundo dividido y en lucha de clases, donde unos no poseen más que su fuerza de trabajo. Algo similar encontramos cuando sale a escena la Mendiga, donde se muestra que ella ni siquiera tiene trabajo a comparación de la Criada que la desprecia y la iguala a un perro. Al llegar Bernarda exige silencio, se muestra como la autoridad plena, y en seguida, al ver a Poncia y a la criada dice: “…Los pobres son como animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias.”5. Y aunque una mujer le dice que ellos, los pobres, también sientes sus penas, Bernarda le contesta que las olvidan al comer de un plato de garbanzos6.
Es así como inicia el primer acto, abriendo toda una serie de problemáticas que nos muestran desde el constante enclaustramiento de las mujeres, la autoridad de Bernarda. Pero al final de este, nos encontramos con María Josefa, madre de Bernarda. Ella quiere casarse; sale a escena con su anillo de bodas, su vestido; dice que quiere irse a la orilla del mar, pues en el pueblo donde están, los hombres corren de las mujeres. No quiere ver a todos luchando, “haciéndose polvo el corazón” a causa de la represión ejercida por Bernarda. A María Josefa se le presenta como loca, de esa forma, como al Quijote, no se le puede enjuiciar de la misma forma que los que no lo están, empero, como anunciando el final que tendrá el drama, se le vuelve a encerrar, se encierra la voluntad de vida, que las personas se olviden de su voluntad, de su vitalidad, de su libertad. María Josefa y Adela, serán las representantes de la vitalidad sojuzgada. El telón cae rápidamente. Encontramos una continuidad en el texto que se frena de tajo, violentamente. En cada acto como veremos, encontramos para el protagonista, puntos de giro, barreras y lances violentos que le brindan la impresión, al lector y al espectador, de que la salida que dará Bernarda a la problemática, será violenta.
En el segundo acto, encontramos a Magdalena, Martirio, Angustias y Amelia que están haciendo preparativos para la boda. Todas saben que una de ellas saldrá del infierno en el que viven, o al menos tiene la posibilidad. Angustias se los hace saber de una manera muy ríspida, por lo cual Magdalena le dice: “¡A lo mejor no sales!”7. Así, por lo celos de todas y por la idea de todas de que Pepe busca a Angustias por su dinero y que es raro que un noviazgo empiece tan espontáneamente, platican acerca de los acercamientos que ha tenido Angustias con Pepe. Cuando aparece Adela, empieza la intriga, pues no enteramos de que Poncia y Martirio tienen conocimiento del porqué de los desvelos de Adela, de su relación con Pepe el Romano. Sorpresa nos llevamos cuando, ante la pérdida del retrato de Pepe por Angustias, sabemos que Martirio hurtó el retrato. Bernarda llega a imponer orden y decide que la boda debe llevarse cuanto antes, situación que afecta a Adela pues tiene menos tiempo para alcanzar su objetivo, que en realidad este ya se transformó, pues ella al saber que su hermana se casaría con Pepe, se desilusiona y se empieza a resignar a poseerlo carnalmente. Bernarda, ante la advertencia de Poncia, tiene a todas vigiladas y más Adela.
El acto finaliza con el linchamiento de la hija de la Librada a causa de que tuvo un hijo, no sabe con quien y al intentarlo asesinar, un perro regresa a la criatura la casa de la hija de la Librada. Bernarda permite a sus hijas a que participen en ese carnavalesco suceso8. Adela se siente identificada con la mujer vana linchar, pues se sugiere que Adela está embarazada de Pepe. Así se cierra rápidamente el telón y se nos muestra un final que deja consternados al lector y al espectador, en la misma tónica del cierre del anterior acto, pero ahora es la muerte la que se presenta para impactarnos y mostrarnos el desenlace de la obra.
El tercer y último acto de esta obra, inicia con la presencia de Prudencia, amiga Bernarda, platican. Se muestra férrea vigilancia de Bernarda al prohibir a Adela que vaya por agua al pozo9. Como ya es de noche Bernarda manda a todas a dormir; Martirio incita a Adela a que vaya en busca de Pepe diciéndole que esta noche es buena para ladrones y para quien necesite escondrijo. Adela sabe que su hermana se casará en tres días, situación que hace que se desespere y apremie a tomar decisiones. Martirio se queda unos momentos en la cocina y ve una figura en el patio, sale y se encuentra a su abuela, a quien intenta hacer regresar a la casa; al momento observa a Adela que regresa despeinada y con señas de que acaba de tener un encuentro con Pepe el Romano. Discuten y pelean, es cuando Martirio grita apara que su madre venga. Bernarda al llegar al patio se escandaliza pues se da cuenta de que no tiene poder de control por lo que corre a casa por su escopeta. Da un tiro hacia los matorrales para intentar matar a Pepe pero no lo consigue. Adela sabe que Pepe no volverá, por lo que corre a casa y se cuelga. Poncia es la primera que encuentra a Adela muerta, le dice a Bernarda que no mire, empero lo que le interesa a ella es dar a conocer que su hija murió virgen, en las normas establecidas por la moral tradicionalista que impera en España y en ese pueblo y así Bernarda impone, aun más, el luto en su familia. Así termina la obra dando un desenlace todavía más impactante que el de los otros dos actos, pues en lo otros se podía esperar la posibilidad de un desenlace favorable para la familia y Adela, pero vemos que la autoridad de Bernarda es todavía más fuerte que pulsión de vida que recorre a las demás mujeres de la casa, pero la respuesta de la autoridad ante un intento de ver e mundo de una forma distinta a la que el la concibe10, hará todo lo posible por erradicar esa posición11. Otra vez se cierra el telón rápidamente.

Acotaciones.
Las acotaciones, son la información acerca del espacio, el movimiento, las intenciones, el clima, el estilo, etc. Hay explicitas e implícitas. Las explícitas están entre paréntesis o con un tipo de letra diferente. Las implícitas están en los diálogos y pueden referirse tanto a la historia, como a las circunstancias (entorno, espacio, tiempo, etc.)12.
En el primer acto, nos encontramos con las edades y nombres de los personajes. Cada edad está bien calculada para que sea verosímil la historia. Los nombres caracterizan al personaje, por ejemplo, Alba, viene del latín albus que significa blanca, lo cual corresponde con los interiores de la casa y, Bernarda, es nombre de origen germánico, que significa “con la fuerza de un oso”, lo cual se relaciona con la dureza del personaje. Angustias es una mujer de 39 años virgen y a cada momento nos muestra su angustia por su condición. Magdalena es muy sensible a lo que les sucede a los demás, como María Magdalena. Martirio, es enamoradiza y tiene muchos defectos físicos, podríamos decir de su vida es un martirio. Adela significa “de naturaleza noble”, lo cual se ajusta con su carácter. El nombre de Poncia se construye con el personaje Poncio Pilatos, aquel que se lava las manos de intervenir si no es a favor suyo. María Josefa, contiene en su nombre, los nombres los padres de cristo, es por eso que sostiene un corderito y que dice que quiere ir a los ramos de Belén13.
Después nos encontramos con que la habitación es blanquísima, nótese la exageración, además de que muestra a la casa como virginal; con muros gruesos. Cuadros con paisajes inverosímiles o reyes de leyenda. Muros gruesos para que nadie sepa que es lo que ocurre en la casa, para guardar las apariencias. Los cuadros, pueden ser para mantener un imaginario colectivo, uno mágico para satisfacer la necesidad de elevar la mente y desear otra vida, pero sólo dentro de la casa. Los reyes nos recuerdan a su corte y a todos los lineamentos que se debían de seguir dentro de la corte. Nos dice después que era verano; en toda la narración nos encontramos con que las hijas de Bernarda tienen sed, calor, fuego interno14.
Más adelante cuando entran todas las mujeres, la Muchacha 1ª. le habla con timidez a Bernarda, lo cual denota la forma en que se le habla a ella15. Adelante, cuando Adela le ofrece a su madre el abanico de colores, se denota su vitalidad, misma que se empieza a quebrar cuando sabe del posible casamiento de su hermana con Pepe, que es cuando quiebra en llanto. Cuando todas salen corriendo a ver por la ventana a Pepe, Adela duda, pero se convence y también va a verlo desde su ventana16.
Cuando María Josefa entra en escena, llega ataviada, en claro erotismo; viejísima, lo cual contrasta con respecto a las mujeres jóvenes de la casa que desean ese erotismo en sus vidas. Trae flores en la cabeza y en el pecho, lo cual es una repetición del mismo símbolo erótico17.
En el segundo acto, vemos que la habitación ya no es blanquísima, sólo blanca; se encuentran cerca de las habitaciones y como veremos en el texto son las tres de la tarde y hace mucho calor18. Adelante, Martirio mira fijamente a Adela, lo cual denota la pugna que hay entre las dos esperando para estallar19. De hecho, cuando están seleccionando encajes, Adela le habla con sarcasmo a Martirio pues dice que al ser ella tan fea como es, se necesita buen humor para comprarlos, pues nadie la quiere ver. Martirio le dice enojada que son sólo para que ella se vea20. Adelante, se nos dice que a lo lejos se escuchan unos campanillos, como a través de varios muros; esto muestra el aislamiento de las mujeres, así como el canto lejano de los trabajadores, situación que hace que Martirio, después de verlos, quede cabizbaja, pues se siente mal por la situación de reclusión que vive21. También se denota el silencio al momento que Angustias entra furiosa haciendo contraste con el silencio que impera y adelante, cuando se lincha a la hija de la Librada, Adela pide que no lo hagan cogiéndose el vientre, por lo cual se infiere que ella también está embarazada22.
En el acto tercero, las paredes son blancas, ligeramente azuladas. Es de noche y hay un gran silencio. El azulamiento puede ser por la noche o por la presencia de Prudencia23. Adelante, primero es Martirio quien bebe agua, que es símbolo de erotismo, agua que fluye, y después es Adela quien dice que va a beber agua, va ver a Pepe, y sale enaguas blancas y corpiño, como novia, sin velo de muerte como el que usan Martirio y Bernarda24. Casi al final, Adela le hace frente a Bernarda, la nobleza contra la fuerza, le arrebata el bastón y lo parte en dos25.
Trama.
Acto primero.
El conflicto surge en este acto casi al final; cuando se sabe por Magdalena que Pepe el Romano pedirá a Angustias como Esposa. Es aquí donde se hacen se evidencian diversas problemáticas, entre ellas la desigualdad económica entre las hermanas, pues saben que él está interesado en angustias a causa de la dote, no por amor. Así, cuando Angustias quiere salir a ver a Pepe el Romano y Bernarda quiere impedirlo. Este el momento en que se tensa la situación. Este conflicto no se entiende sin el conocimiento que se nos da acerca de la situación en que viven. Un pueblo que está regido por el tradicionalismo más cerrado. La mujer, es sólo una posesión más en el reino de las mercancías. El hombre goza de un libertinaje sexual ansiado por la mujer. El costo que tiene desobedecer a la autoridad se paga con la vida; las relaciones humanas se dan como relaciones comerciales. Otras problemáticas que intervienen en el conflicto, las presente a continuación.
Cuando regresan de la iglesia, Bernarda dice que durante la idea, al único hombre que se puede observar es al oficiante de ella “y a ese por que tiene faldas. Volver la cabeza es buscar el calor de la pana”. La mujer no puede ver a los hombres y aquella que l hace es tachada como inmoral; esto nos muestra rasgos de la tradición que impera.
Bernarda. No hay a cien leguas a la redonda quien se pueda acercar a ellas. Los hombres de aquí no son de su clase ¿Es que quieres que las entregue a cualquier patán?
Poncia. Debías haberte ido a otro pueblo.
Bernarda. Eso ¡a venderlas!
Poncia. No, Bernarda, a cambiar… ¡Claro que en otros sitios ellas resultan las pobres!.26.
Bernarda trata de justificarse con respecto de que no permite que sus hijas vean a los hombres diciendo que los hombres de este pueblo no son de su clase, que son patanes que no las merecen. También vemos que ella, como perteneciente a la burguesía rural, no tiene tanto dinero como la burguesía de las ciudades u otras regiones, pero que en ese lugar, ella posee dinero y poder, cuestión, que a mi ver, es la razón de su estancia permanente en ese lugar.
Al momento en que se escapa la madre de Bernarda, la sacan al patio para que no moleste, pero Bernarda ordena que no se le deje cerca del pozo, no porque se preocupe por algún accidente, sino por que desde allí los vecinos la pueden ver. Podemos ver la preocupación de Bernarda, que se mantendrá en el texto, por “el qué dirán”. Antes, cuando llegan todos a la casa de Bernarda después de la misa para su segundo marido, dice que todos vienen a inundar su casa con el veneno de sus lenguas. De igual forma, cuando conocemos a Adelaida, quien es un mujer que es una mujer a quien su novio no la deja salir ni ponerse maquillaje, Amelia dice lo siguiente: “De todo tiene la culpa esta crítica que nonos deja vivir. Adelaida habrá pasado por mal rato”27. Esto también surge por una crítica de Bernarda a Adelaida con respecto del pasado de su Madre y aunque las hijas están de acuerdo con los comentarios de su madre, reconocen que es el tradicionalismo lo que les sojuzga y les impide alcanzar sus deseos, mientras que los hombres, como vimos arriba se les permite todo, además de que ello “…se tapan unos a otros las cosas de esta índole y nadie es capaz de delatar”28. Aquí entra un aspecto casi premonitorio de lo que sucederá, ya que se dice que lo hombre no delatan, pero las mujeres sí. El que hayan descubierto a Adela de sus relaciones con Pepe, tiene que ver con la delación de martirio, sin ello, al menos esa noche, no la hubiesen descubierto.
En Martirio, podemos ver la alienación que esta situación a causado; dice que realiza las cosas sin fe, pero como un reloj, refiriéndose a la medicación que lleva. Esta situación se repite en todas las hermanas y es por esto que a la llegada de Pepe, les despierta a todas el anhelo de por estar con un hombre, mismo que parece como la idealización de la virilidad. Es Martirio quien denuncia que las relaciones sociales se dan entre objetos y no entre personas. “¡Qué les importa a ellos la fealdad! A ellos les importa la tierra, las yuntas y un perra sumisa que les dé de comer!”29. La utilización de la palabra perra, denota el nivel al que ella considera que se rebaja a la mujer.
Cuando Adela trae puesto el vestido verde y se acerca al corral para ver a los hombres, se muestra el primer acto de rebeldía explícito, donde la acción y el color del vestido rompen con el luto impuesto por Bernarda. Su hermana Magdalena sabe que esto no le será permitido y siente lástima pues sabe que fracasará. A mi ver, esta actitud se parece a la de aquellos que, en la guerra civil, creían que la causa republicana era justa, mas no participaban con ellos pues, a su juicio, perderían. Otro rasgo de rebeldía de Adela, es cuando anuncia que no soportará ni se acostumbrará al encierro, que se revelará y es cuando Amelia le dice: “Lo que sea de una será de todas”30. Con esto muestra Amelia su conformismo ante todo lo que les ocurre.
Otro aspecto es el miedo de las criadas a que Bernarda escuche lo piensan a cerca de ellas. Pienso que, como están al servicio de la autoridad, de Bernarda, no les interesa otra cosa mas que estar bien con ella. Son como los esquiroles de Bernarda que también delatan las hijas cuando intentan pensar algo diferente a lo establecido. Vemos no sólo Bernarda está vigilando lo que ocurre, sino que también todos aquellos que están a su servicio. Esto, para mí fortalece la argumentación de ver a la casa como símbolo de España entera, de cómo utiliza los sectores no gubernamentales, lo que Gramsci designaría como la sociedad civil31, para perpetuarse como sistema hegemónico.
Segundo Acto
El conflicto central de este acto se desata con el hurto del retrato de Pepe el Romano perteneciente a Angustias; no sólo la tensión ocupa la escena sino también incertidumbre pues no sabes si Adela es quien tiene el retrato y sólo tenemos una ligera sospecha de que Martirio es la culpable. Cuando Martirio busca inculpar a Adela, además de intentar revelar de la relación secreta que sostiene Adela con Pepe al decir que el retrato podría encontrarse en corral, rebela el lugar donde Adela se encuentra con Pepe, ya que a Pepe le gusta estar con la luna, astro que simboliza a la mujer. Ante la incertidumbre, Bernarda ordena a Poncia que registre todos los cuartos y es así que descubren a Martirio y así se libera una batalla premonitoria de la que se encuentra al final del tercer acto.
Las variables auxiliares que intervienen en el conflicto que encuentro son las siguientes. Después de la disputa, salen todas y se quedan Poncia y Bernarda. Poncia intenta prevenirla de lo que está ocurriendo en su casa, sin embargo ella confía en que todo está bajo su control y en la imposibilidad de que alguna se rebele y triunfe. Aquí, nuevamente Bernarda muestra su característica de acomodar la realidad a sus necesidades y deseos sin importarle los demás sujetos. En con el siguiente diálogo podemos encontrar estas y otra características de Poncia y de Bernarda:
Poncia. (Siempre con crueldad) No, Bernarda: aquí pasa una cosa muy grande. Yo no te quiero echar la culpa, pero tú nos has dejado a tus hijas libres. Martirio es enamoradiza, digas tú lo que quieras. ¿Por qué no la dejaste casar con Enrique Humanes? ¿Por qué el mismo día que iba a venir a la ventana le mandaste recado de que no viniera?
Bernarda. (Fuerte). ¡Y lo haría mil veces! ¿Mi sangre no se junta con la de los Humanes mientras yo viva! Su padre fue gañan.
Poncia. ¡Y así te vas con esos humos!
Bernarda. Los tengo porque puedo tenerlos. Y tú no los tienes porque sabes muy bien cuál es tu origen.
Poncia. (Con odio). ¡No me lo recuerdes! Estoy ya vieja. Siempre agradecí tu protección.
Bernarda. (Crecida). ¡No lo parece!
Poncia. (Con odio envuelto en suavidad). A martirio se le olvidará esto.
Bernarda. Y si no lo olvida peor para ella. No creo que ésta sea la cosa muy grande que aquí pasa. Aquí no pasa nada. ¡Eso quisieras tú! Y si pasara algún día, estáte segura que no traspasaría las paredes.
Poncia. ¡Eso no lo sé yo! En el pueblo hay gentes que leen también de lejos los pensamientos escondidos.
Bernarda. ¡Cómo gozarías de vernos a mí y a mis hijas camino del lupanar!
Poncia. ¡Nadie puede conocer su fin!
Bernarda. ¡Yo sí sé mi fin! ¡Y el de mis hijas! El lupanar se queda para alguna mujer ya difunta…
Poncia. (Fiera) ¡Bernarda, respeta la memoria de mi madre!
Bernarda. ¡No me persigas tú con tus malos pensamientos!32
Hallamos caracterizada la relación entre Poncia y Bernarda, donde Poncia siente un gran odio por Bernarda y lo que le interesa es quedar bien con ella para que las contradicciones que se van agudizando no la alcancen de manera fatal. Bernarda muestra su autoridad a cada momento demostrando su fortaleza y ocultando sus debilidades. Otra cuestión inmersa en este diálogo pero que se da en una parte posterior a la citada, es cuando Poncia dice que la unión de Angustias con Pepe no es natural. Darle el carácter de no natural, supone la existencia de dos polos. Lo natural hubiera sido que Pepe buscara a Adela, pero además de esto, lo no natural se expresa en la situación en que tiene inmersa a toda la casa, enrareciendo la esencia de los habitantes, alienándolos. García Lorca no propone, al menos en este texto33, una utopía34 a seguir, sino que evidencia las contradicciones humanas de la realidad a través de la ficción.
Otra variable se presenta cuando todas, menos Adela pues está durmiendo, están habando acerca del cortejo que el hombre le hace a la mujer. Todas tienen dudas al respecto pues nunca se les ha hablado al respecto. Angustias recuerda las palabras de Pepe el romano en su declaración: “Ya sabes que ando detrás de ti, necesito una mujer buena, modosa, ¡y esa serás tú si me das la conformidad”35. Pepe la busca porque necesita una mujer buena y modosa, al igual como si buscara cualquier otro objeto. Se muestra como la mujer pierde su individualidad en esa sociedad. Poncia dice que todas están poco instruidas. Recuerda cuando su esposo se acercó a su reja y le dijo: “Ven que tiente”36. También les dice que: “…el hombre a los quince días de boda deja la cama por la mesa y luego la mesa por la tabernilla y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón”37. La libertad, o mas bien libertinaje, es únicamente gozada por el hombre, mientras la mujer, por se un artículo más, debe quedarse inmóvil. Aunque Poncia le pegara a su esposo y estuviera a punto de hacerle perder un ojo, esto no cambiaba la situación que vivía pues funcionaba como válvula de escape para ese problema.
Cuando aparece Adela y Martirio le cuestiona acerca de lo que hizo anoche, Adela dice: “¡Déjame ya ¡ ¡durmiendo o velando no tienes porqué meterte en lo mío!¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!”38. Adela señala que es dueña de su cuerpo, que no le es ajeno, que no es propiedad de otro, además de que denuncia la vigilancia que se hacen entre las hermanas.
Al momento que están sola Poncia y Adela, Poncia le dice que ella es los ojos de Bernarda cuando no está, que si le gusta Pepe el Romano, tiene que reprimir esos sentimientos hasta el momento que Pepe enviude de Angustias:
…¿Quien dice que no ye puedes casar con el? Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces, Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y esa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo, lo que quieras, pero no te vayas contra la ley de Dios.39
Ella le pide que desee la muerte de su hermana. A este contexto alienante están expuestas todas, donde no importa pasar sobre el hombre y su existencia para alcanzar los fines. Hacer lo contrario, es ir en contra de la ley de Dios. Las leyes, el Estado y la organización social, se les presentan como relaciones sociales ajenas al hombre, predispuestas y que los hombres no pueden alterar.
Cuando están todas, sin Adela, arreglando los encajes y mencionan que le pueden servir a Angustias para cuando tenga hijos con Pepe, todas despotrican en contra de la labor de cuidar hijos, con respecto a las vecinas que se la pasan haciendo esa labor, entonces Poncia les dice que aún ellas viven en condiciones mejores que ellas, aún con el dinero y todas las comodidades, ellas no reprimen el erotismo nulo como se hace en la casa de Bernarda.
Al ver a los trabajadores, Magdalena dice que cada clase hace lo suyo, Martirio y Amelia asientan con la cabeza. Esto muestra la idea de que el mundo es como es porque una entidad superior a la que el hombre se aliena y deposita en el todas su humanidad, así lo desea40. Poncia, al ver a los trabajadores, nos dice que cuarenta o cuarenta y cinco segadores han llegado desde los montes para trabajar en la cosecha y con ellos una mujer vestida de forma muy llamativa, con lentejuela y que baila con un acordeón para los segadores; que se han llevado quince de ellos para que los entretenga un rato. Esto muestra un suceso muy frecuente donde hay migraciones de de trabajadores, ya sea momentáneas o permanentes, pues con ellos llega el sector terciario de la producción, el de los servicios, aquel que Marx categoriza como los realizadores de trabajo inmaterial. Con este sector llegan todos los servicios que se dan en grandes urbes, por lo que aparece la prostitución descarada y sin tapujos entre otros fenómenos sociales. Poncia dice que llevarse a la mujer y realizar estos actos son diversiones necesarias. Es interesante el carácter de necesidad que le da Poncia, pues lo maneja como si fuera algo natural en el hombre, inmanente a él. Lo que es cierto es que esa diversión la realizan para pesar en otra cosa que no sea su jornada laboral, en la tensión y alienación subjetiva que les produce el trabajo. Pero esta acción también los aliena ya que lo que los une con la mujer, es una relación material, comercial, no humana. Adela se queja que a los hombres se les permite eso y más. Amelia dice que nacer mujer es el peor castigo. Magdalena que ni sus ojos les pertenecen. Adela envidia el hecho de que los hombres están tan metidos en su enajenación que ni siquiera reflexionan acera de su condición, pues ella se está atormentado al saber que a cada momento se le dificulta más alcanzar su objeto de deseo: “Me gustaría poder segar para poder ir y venir. Así se olvida lo que nos muerde”41.
Acto tercero.
El conflicto central en este acto se presenta con la pelea entre Martirio y Adela, situación que se desata con el intento de escape de María Josefa. Adela muestra que no le importa que Angustias se case con Pepe en tanto que sea ella a quién abrase de amor. “Todo el pueblo contra mi, quemándome con sus dedo de lumbre, perseguida por las que dicen que son decentes, y me pondré delante de todos la corona de espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado”42. Todos en el pueblo buscan aparentar algo que no son, reprimir sus sentimientos en pos de la moral. Adela anhela alcanzar su objeto de deseo a toda costa, pues sabe bien las consecuencias que tendrán sus actos. Al llegar Bernarda, se da cuenta de que ha perdido plenamente el control, todas sus hijas están fuera de la casa, donde todos pueden ver lo que ocurre, Adela tiene cierta posibilidad de lograr su cometido, además de que ella rompe el bastón de su madre, rompe el símbolo de su poder opresor sobre sus hijas. Es por esto que su reacción debe ser igual de fuerte si es que quiere alcanzar su ideal de mantener en pleno control su casa. Bernarda da un tiro para intentar matar a Pepe pero no lo consigue, empero, Adela sabe que Pepe no volverá a buscarla a ella ni a ninguna mujer de la casa, es por eso sale corriendo viendo frustradas todas sus esperanzas. Se suicida al tan lejos la posible satisfacción de su necesidad de vida. Con esto, dentro de la ideología judeo-cristiana, se asume que su alma está condenada, que no tiene derecho a un entierro y aun así Bernarda acomoda la realidad a su gusto, pues pretende ocultar todo lo referente a la relación de Adela con Pepe, que ya no es virgen, que posiblemente muere embarazada y de su suicidio.
En realidad el acto no presenta una amplia gama de variantes auxiliares que intervienen en el conflicto, pero si se representa el conflicto general utilizando diferentes símbolos, como el caballo, el toro blanco, las estrellas, el anillo, mismos que desarrollo en tema de aspectos míticos. Dos conflictos auxiliares encuentro, uno se encuentra al principio del acto con la aparición de Prudencia, quien sufre porque su esposo no ha perdonado a su hija que la desobedeció, acción que felicita Bernarda, “Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en enemiga”43. La línea de Bernarda muestra la concepción que tendrá de Adela al final de la obra, una enemiga, su oponente que busca quebrar aquella represión y que buscará hasta el último aliento conseguir su objetivo al igual que Bernarda. Otro conflicto se desarrolla e la misma plática cuando Bernarda le pregunta por su esposo a Prudencia: “Ya sabes sus costumbres. Desde que se peleó con sus hermanos por la herencia no ha salido por la puerta de la calle. Pone una escalera y salta las tapias del corral.”44. La forma en que el dinero puede destrozar los lazos familiares más profundos se muestra, se denota la concepción que tienen Lorca acerca del dinero, logra denudar su esencia, así como muestra Marx en sus Manuscritos Económico Filosóficos de 1844 que Shakespeare lo hizo estos versos de Timón de Atenas:
¿Oro? ¿Oro precioso, rojo fascinante?
El oro torna blanco al negro, al feo hermoso,
Virtuoso al malvado, al anciano mancebo,
Valeroso al cobarde y noble al ruin.
El oro… aleja al sacerdote del altar
Y retira la almohada bajo la cabeza del enfermo.
Este áureo esclavo ata y desata
Vínculos consagrados; bendice al maldito;
Hace amable la lepra; honra al ladrón
Y le da rango, poder y preeminencia
En el consejo de los senadores; conquista pretendientes
A la vida provecta y corcovada;
Escomo un bálsamo que rejuvenece
Y pinta con los colores de la primavera
A los pacientes de pútridas lacerías
Arrojados con asco de los lazaretos.
¡Oh, maldito metal,
Vil ramera de los hombres,
Simiente de discordia entre los pueblos!…45

El está visión del dinero que encontramos en Lorca nos transporta a una contexto muy concreto, el de la modernidad capitalista aun existente, que no sólo controla España sino todo el mundo, determinando la forma como se reproduce la vida humana. A mi juicio, todos los conflictos de la obra tienen raíz en las relaciones económicas y de poder que se presentan encontradas, enfrentadas con las relaciones humanas que son sojuzgadas, enrarecidas y reprimidas por los otros. Bernarda es la representante de aquella clase empoderada y dueña del capital, del trabajo acumulado. Todos los demás actantes actúan en función de ella, ya sea para avalarla o contradecirla; este argumento es parte de mi interpretación de la casa como España entera.

Aspectos Míticos y Simbólicos.
En el primer acto, vemos a Adela dos veces con prenda de colores, un abanico y un vestido, mismos que muestran su vitalidad y su deseo por el erotismo faltante. También, cuando sacan a María Josefa al patio, a Bernarda no le preocupa que esté cerca del pozo, que como símbolo lorquiano y en la tradición literaria, es muerte, es agua estancada que trae consigo la muerte, recordemos el poema de Lorca Romance Sonámbulo de Romancero Gitano. También se encuentran los nombre s de todos los protagonistas, mismos que trato al principio del apartado de acotaciones, todos excepto el de Pepe el Romano, que parece ser tomado de la realidad pero ficcionado el apellido Romano, con el que podemos hacer la relación, Roma, Imperio, Fuerte, lo cual nos da una idea de lo que simboliza este actante que nunca aparece pero su solo nombramiento provoca estragos en la casa.
En el segundo acto, cuando todas hablan de la manera en que despertaron a refrescarse, se hace referencia a una tormenta que provocó lluvia, lo cual es un augurio de lo que ocurrirá al final del acto y de la obra. Un rasgo interesante, es cuando Adela dice que ama tanto a pepe que “Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente”46. La sangre puede ser tomada como la fuerza de la vida, aquello que nos hace sentir vivos, pero también sentir lo placeres de la juventud. No sólo se muestra el deseo, sino también se podría hacer una alusión a la tradición romántica del tema vampírico, donde la sangre es tomada como eso, como un elixir que te hace sentir vivo nuevamente. Adela desea alcanzar esa vitalidad cortada. Los ojos no son ventanas del alma, pero sí como una puerta para adentrarnos en la vitalidad del otro.
Otro aspecto de este acto, es el caballo garañón que está encerrado y da coces contra el muro. Este es la correspondencia de Pepe el Romano en el mundo animal, un símbolo sexual que llena toda la oscuridad, que se ve el doble de grande y que perturba a todas las hijas de Bernarda con su virilidad, además de que hablan de él como si hablasen de pepe el Romano47. También cuando todas ven las estrellas, Adela está fascinada mientras Martirio las ignora y Bernarda le dice que es mejor no pensar en ellas. La estrella puede significar la libertad faltante en la casa. Adela es aquella que anhela otra vida, Martirio se resigna y Bernarda le dice que también se resigne. Tomando la casa como España entera, la autoridad le dice al inconforme, al republicano que no piense que otra forma de vida es posible.
Conclusiones.

Creo que he desarrollado bien los temas que me he propuesto, sin embargo, sigo teniendo dudas respecto a la propuesta de ver la casa de Bernarda como España, pues creo que sólo mostré rasgos que pueden abrir interés en cuanto a esta visión. Creo que es un drama moderno que supera su humus histórico y nos hace pensar acerca de nuestra condición actual como humanos. No creo que sea fácil de clasificar, o la menos no con las actuales estructuras de análisis, o no con las que conozco, empero creo que si son una guía para entender más los subtextos de la obra.
Fin
FFyL / UNAM
Bibliografía.

García Lorca, Federico. La casa de Bernarda Alba. Ed. de Miguel García Posada. 3ª. ed. Madrid, España. Castalia, 1984. Pág. 73. (Col. “Castalia Didáctica…3”).

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Alonso de Santos, José Luis. “El conflicto”. La escritura dramática. 2ª. Ed. Madrid, España. Castalia, 1999. 485 Págs. (Col. “Literatura y sociedad…62”

Pavis., Patrice. Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Trad. Fernando de Toro. 1ª. Reimp. Barcelona, España. Paidos, 1990.

Heller, Ágnes. Teoría de las necesidades en Marx. Trad. José Francisco Ivars. Barcelona, España. Ediciones Península, 1978. 183 Págs.

Marx, Carlos. “Manuscritos económico filosóficos de 1844.”. Carlos Marx y Federico Engels. Obras fundamentales. Marx. Escritos de juventud. Trad y colec. Dirigida por Wenceslao Roces. 1ª. Reimp. México. FCE, 1982. 300 Págs. (Col. Obras fundamentales de Marx y Engels…1)

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