Tuesday, May 12, 2009

Ramón López Velarde, el sufrimiento y la pasión en tres poesías del autor.

Francisco Javier Sainz Paz

Introducción.

Son dos los temas que he elegido para realizar este trabajo, el sufrimiento y la pasión, pero en realidad es sólo uno, como se ve en las tres poesías que he seleccionado: “La lágrima”, “El minuto cobarde” y “Gavota”. Mi intención es mostrar como estos temas son realizados por el autor, mostrando las diferencias entre ellos, pues en “la lágrima”, consideré que no era necesario hacer el análisis métrico, pues es inconsistente la métrica del poema, empero, sí vi necesario ver la rima del poema ya que es consonante, además reuní palabras que me parecían dentro del mismo campo semántico, lo cual me ayudó a penetrar más en el poema. Con “El minuto cobarde”, también agrupe algunas palabras por grupos semánticos, no revise la rima, pero sí la métrica pues pude observar constantes en las estrofas. De igual forma procedí para Acercarme a “Gavota”.
Siendo López Velarde parte de la poesía moderna mexicana, me interesó mostrar como la temática que elegía trabajar se liga a la tradición moderna en general, pues la forma en que aborda los temas López Velarde es singular, pues, como caracteriza Octavio Paz en sus artículos “El lenguaje de López Velarde” y “El camino de la pasión: Ramón López Velarde” fue un poeta de pocos temas, la rebeldía no lo conmovió, ni la transformación de la sociedad, la búsqueda de la utopía; no renegó y profetizó, no maldijo la belleza, lo cual no significa que no fuera parte de la tradición moderna, sino que su sensibilidad tuvo otro rumbo dentro de ella. Juan F. Loyola, al comparar a Baudelaire con López Velarde, al primero lo llama objetivista, pues la novedad de las sensaciones dependen del estímulo externo que las produce, en López Velarde, ve que lo estímulos son los más sencillos posibles, pero que el mundo de sus sensaciones es variado y complejo1. Esto lo ve Paz también al decir que Baudelaire es rebelde y que siente la fascinación de la nada y que López Velarde es un pecador y sufre la atracción de la carne2, lo cual es un tema plenamente moderno, como lo describe Albert Beguin, en “La candela encendida”, cuando describe que hay una necesidad de explicar lo que ocurre en el interior del ser, de crear un clave de los sueños, pues ellos nos ponen en circunstancias y situaciones clave donde se desarrolla la conciencia, la cual es en muchas ocasiones, un camino tortuoso. En López Velarde no es el sueño, sino a contradicción que menciona Paz, el pecador que sufre por la atracción de la carne. Es por esto que elegí tres poemas donde se pudiera ver esta situación.

Desarrollo


LA LÁGRIMA

Enigma A
de la azucena esquinada B
que orna la cadavérica almohada; B

encima A
del soltero dolor empedernido C
de yacer como imberbe congregante D
mientras los gatos erizan el ruido C
y forjan una patria espeluznante; D

encima A
del apetito nunca satisfecho E
de la cal F
que demacró las conciencias livianas, G
y del desencanto profesional F
con que saltan del lecho E
las cortesanas; G

encima A
de la ingenuidad casamentera H
y del descalabro que nada espera; H

encima A
de la huesa y del nido, C
la lágrima salobre que he bebido. C

Lágrima de infinito J
que eternizaste el amoroso rito; L
lágrima en cuyos mares J
goza mi áncora su náufrago baño K
y esquilmo los vellones singulares J
de un compungido rebaño; K
lágrima en cuya gloria se refracta L
el iris fiel de mi pasión exacta; L
lágrima en que navegan sin pendones M
los mástiles de las consternaciones; M
lágrima con que quiso N

mi gratitud, salar el Paraíso; N
lágrima mía, en ti me encerraría, Ñ
debajo de un deleite sepulcral, F
como un vigía Ñ
en su salobre y mórbido fanal. F

Este poema, nos comenta Guillermo Sheridan, lo escribe el autor cuando rompe su relación con Margarita Quijano y se despide de ella. Esto nos da bastantes claves para entender el poema. En el las dos primera estrofa tenemos un ambiente fúnebre, lo cual se pude ver en estas cuatro palabras: “cadavérica”, “yacer”, “erizan” y “espeluznante”. Aquí López Velarde nos habla de una duda, el enigma de la azucena esquinada; dado que el ambiente es fúnebre y aparece una flor de color blanco, tal ves pueda simbolizar la esperanza que se hace a untado ya que no sabe que es lo que le depara, lo cual crea una patria espeluznante, un espacio espeluznante.
En la siguiente estrofa lo que sobre sale es la insatisfacción, el deseo nunca concretado, lo cual se muestra con cuatro palabras: “nunca satisfecho”, “demacró”, “desencanto”. La siguiente estrofa nos habla de la ingenuidad casamentera y dado que el poema es una despedida de su relación, pienso que es su ingenuidad y su descalabro.
En la sexta estrofa, nos muestra que su relación que era un nido ahora es una fosa, una sepultura, donde están lágrimas yacen, y a partir de aquí encontramos una serie de palabras con referencia la navegación y al mar: “salobre”, “mares”, “ancora”, “náufrago”, “navegan”, “pendones”, “mástiles”, “vigía”. En la última estrofa, en el primer verso nos dice “lágrima de infinito” como si su recuerdo su dolor lo trasladara a un momento mítico y personal, donde goza con el recuero y lanza un ancla para quedarse allí y se queda con lo mejor de ello, pero también se queda anclado a sus consternaciones y cuando dice “lágrima mía, en ti me encerraría,/ debajo de un deleite sepulcral,” vemos esta convivencia entre la pasión y el sufrimiento y su anhelo de eternizarse allí.

EL MINUTO COBARDE
A Saturnino Herrán

En estos hiperbólicos minutos 11
en que la vida sube por mi pecho 11
como una marea de tributos 9
onerosos, la plétora de vida 11
se resuelve en renuncia capital 10-1
y en miedo se liquida. 7

Mi sufrimiento es como un gravamen 10
de rencor, y mi dicha como cera 11
que se derrite siempre en jubileos, 10
y hasta mi mismo amor es como un tósigo 12+1
que en la raíz del corazón prospera. 10

Cobardemente clamo, desde el centro 11
de mis intensidades corrosivas, 11
a mi parroquia, el ave moderada, 12
a la flor quieta y a las aguas vivas. 10

Yo quisiera acogerme a la mesura, 11
a la estricta conciencia y al recato 11
de aquellas cosas que me hicieron bien... 10

Anticuados relojes del Curato 11
cuyas pesas de cobre 7
se retardaban, con intención pura, 11
por aplazarme indefinidamente 11
la primera amargura. 7

Obesidad de aquellas lunas que iban 11
rodando, dormilonas y coquetas, 11
por un absorto azul 7-1
sobre los árboles de las banquetas. 11

Fatiga incierta de un incierto piano 11
en que un tema llorón se decantaba, 11
con insomnio y desgano, 7
en favor del obtuso centinela 11
y contra la salud del hortelano. 11

Santos de piedra que en el atrio exponen 11
su casulla de piedra a la herejía 10
del recio temporal. 6-1

Garganta criolla de Carmen García 11
que mandaba su canto hasta las calles 11
envueltas en perfume vegetal. 10-1

Cromos bobalicones, 7
colgados por estímulo a la mesa, 11
y que muestran sandías y viandas 11
con exageraciones 7
pictóricas; exánimes gallinas, 11
y conejos en quienes no hizo sangre 11
lo comedido de los perdigones. 11


Canteras cuyo vértice poroso 11
destila el agua, con paciente escrúpulo, 12+1
en el monjil reposo 7
del comedor, a cada golpe neto 11
con que las gotas, simples y tardías, 11
acrecen el caudal noches y días. 11

Acudo a la justicia original 11
de todas estas cosas; 7
mas en mi pecho siguen germinando 10
las plantas venenosas, 7
y mi violento espíritu se halla 10
nostálgico de sus jaculatorias 11
y del pío metal de su medalla. 10

Este poema construido casi todo en endecasílabos, en el primer sexteto, nos encontramos, con que sus onerosos recuerdos, lo consternan, es decir, desde el primer momento, el autor deja ver su sufrimiento, que es rencor y su dicha se va en la búsqueda por indulgencia, como se ve en la segunda estrofa. Clama por perdón desde el centro mismo de sus pecados, pues en realidad desearía ser mesurado y recatado, pues eso le hizo bien. Aquí empieza la remembranza del pasado, como un espacio mítico, fuera del tiempo, donde creció, donde dentro de la jurisdicción del cura trataron de aplazar su crecimiento, pues al crecer, uno conoce el mundo, su dicha, su amargura y su deleite. En las siguientes estrofas encontramos un anhelo por sentir esa etapa donde no conocía el pecado, recordando las lunas llenas, la melodía llorona del piano por la salud de su padre, imágenes de santos que con su figura atemorizaban al pecador y el ambiente sereno y familiar, empero, como menciona en la última estrofa, “más en mi pecho siguen germinando/ las plantas venenosas”, sigue pecando y ante ello sólo le queda la infancia mítica a la que nunca podrá volver.
A lo largo del poema nos encontramos con palabras que crean el ambiente de protección dentro de la infancia, la protección religiosa: “tributo”, “jubileos”, “parroquia”. “mesura”, “conciencia”, “recato”, “Curato”, “pura”, “Santos”, “monjil” y “justicia original”. Como bien relata Sheridan en “Un corazón adicto: la vida Ramón López Velarde” este poema es “Su búsqueda de indulgencia (eso significa, para un cristiano, jubileo) […] Su amor es un veneno que le carcome el corazón.”3.

GAVOTA

Señor, Dios mío: no vayas 8

a querer desfigurar 7

mi pobre cuerpo, pasajero 9

más que la espuma del mar. 7


Ni me des enfermedad larga 9

en mi carne, que fue la carga 9

de la nave de los hechizos, 9

del dolor el aposento 8

y la genuflexión verídica 11+1

de tu trágico pavimento. 9


No me hieras ningún costado 8

no me castigues a mi cuerpo 9

por haber vivido endiosado 9

ante la Naturaleza 8
y frente a los vertebrales 8

espejos de la belleza. 8


Yo reconozco mi osadía 9

de haber vivido profesando 9

la moral de la simetría. 9


Amé los talles zalameros 9

y el virginal sacrificio; 8

amé los ojos pendencieros 9

y las frentes en armisticio. 9


No tengo miedo de morir, 8

porque probé de todo un poco, 9

y el frenesí del pensamiento 9

todavía no me vuelve loco. 9


Mas con el pie en el estribo 8
imploro rápida agonía 9

en mi final hostería. 8


Para que me encomiende a Dios, 8

en la hostería, una muchacha, 9

con su peinado de bandós; 8-1

y que de ir por los caminos 8

tenga la carne de luz 7

de los peroles cristalinos. 9


Y que en sus manos, inundadas 9

de luz, mi vida quede rota 9

en un tiempo de gavota. 8

Antes de hacer el análisis, creo que es necesario mostrar qué es un gavota, según la enciclopedia en línea Wikipedia “La gavota (gavotte, gavot o gavote) originada como una danza popular francesa, es una forma musical que toma su nombre del pueblo de Gavot en el país de Gap, región del Delfinado. Con un tiempo de 4/4 o 2/2, y velocidad moderada, la distinción básica de la gavota original consiste en que las frases se inician siempre en la mitad del compás, es decir en la tercer nota. Los estudios de Jean Marie Guilcher sobre la Gavota en Bretaña (1963) revelaron una gran variedad en la práctica folclórica moderna, especialmente en los pasos utilizados, las formaciones de baile y el acompañamiento instrumental. Las Gavotas en algunas regiones son acompañadas por canto, con solistas alternando con un grupo u otros solistas. En otros lugares se acompañan con instrumentos, como violín, tambores, gaitas y un tipo de chalimeau. A diferencia del Branle , en el que el movimiento lateral de los danzarines mantiene siempre los pies juntos, la Gavota requiere cruzar los pies dos veces en cada patrón rítmico y cada paso es seguido por un salto. Muchos movimientos de pantomima suelen formar parte de la danza de la Gavota”4. Vi necesario poner toda esta explicación pues el poema contiene todos estos elementos: cada verso se lee en un tiempo de 4/4, cada estrofa tiene un ritmo constante que asemeja una danza, lo cual le da una significación al poema donde un hombre habla de su temor a la muerte, y danza con Dios, le pide que no desfigure su pobre cuerpo, que no le de una enfermedad de la cual devenga un dolorosa muerte, pues se sabe pecador, empero, no tiene mideo a morir, ya que tuvo muchas experiencias, pero implora por una rápida agonía. Aquí hay un palabra curiosa, “hostería”, donde juega con ostia, con su significación del sacrifico de Jesucristo y con la den lugar de venta de alimentos. Pide que su vida acabe en las manos de una muchacha que lo haga olvidar lo fútil de esta vida, pero todo esto en un tiempo de gavota, lo cual puede significar que suceda en 4/4, que es literalmente un tiempo de un gavota, o mientras baila un gavota.
Bibliografía.

López Velarde, “Zozobra. El minuto cobarde. La lágrima” “El son del corazón. Gavota”, Ramón. Poesías completas. El minutero. Don febrero. Pról. Margarita Villaseñor. México. Promexa Editores, 1979 .(Col. “clásicos de la Literatura Española”.)

Loyola, Juan F. “La peculiar sensualidad de López Velarde” en. El contenido social en la poesía de Ramón López Velarde. México, FCE, 1989

Paz, Octavio. “El lenguaje de López Velarde” y “El camino de la pasión: Ramón López Velarde” en Protagonistas y agonistas: poetas en Obras Completas . 15 vols. Ed. De Octavio Paz FCE. Vol. 4. (Col. “Letras Mexicanas”)

Sheridan, Guillermo. Un corazón adicto: la vida de Ramón López Velarde y otros ensayos afines. 2ª. Ed. México, DF., Tusquets, 2002.. (Col. “Tiempo de Memoria”).

Beguin, Albert. El alma romantica y el sueño :ensayo sobre el romanticismo alemán y la poesía francesa. Tr. de Mario Monteforte Toledo ; Rev. por Antonio y Margit Alatorre. Mexico.FCE,1954

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