Tuesday, May 12, 2009

José Revueltas. La autogestión académica y el movimiento estudiantil de 1968.

Francisco Javier Sainz Paz.


En julio del 68, desde la represión en contra de la reyerta entre los estudiantes de la las vocacionales 2 y 5, de la represión en contra de la manifestación del 26 de julio, José Revueltas ya estaba integrado a las asambleas estudiantiles que se realizaban en Ciudad Universitaria. Es desde este momento que él elabora una propuesta para radicalizar el movimiento estudiantil, esta es la autogestión académica, misma que consistía en “proseguir los cursos dentro de los planes y fuera de ellos con la ayuda de maestros solidarios a los estudiantes”, “debatir, cuestionar, refutar, en mesas redondas, seminarios, asambleas, los problemas y las ideas de nuestro tiempo y nuestra sociedad”. Algunos de los temas que Revueltas considera que se deben discutir en diálogo permanente entre estudiantes y maestros, en el marco del desarrollo máximo de la libertad de cátedra, para realizar la transformación de la Universidad en el elemento crítico más activo de la sociedad, son:
“¿A dónde quieren conducirnos las viejas generaciones que manejan la política, el país, la sociedad y la cultura? ¿Tecnificación enajenante de la enseñanza superior o educación humana libre, racional y democrática? Es así que la consigna que desde entonces enarbolaba Revueltas era “Aprender es convertir”.
Para la consolidación de esto, Revueltas pensaba que era necesario “no gastar energías inútilmente, no ofrecer blanco al adversario, no lanzarnos a la calle hasta que la hayamos conquistado políticamente” y además “crear diversas formas de organización democrática para la acción, para el diálogo, para controversia, amplias, constantes, incansables”. Esto es lo que nos muestra revueltas en sus escritos de julio de 1968.
En agosto, después de la violación de la autonomía con la entrada del ejército a las preparatorias 1 y 3 de la UNAM y con ello, la realización de la manifestación que encabezó el rector Javier Barros Sierra, se forma el Consejo Nacional Huelga mismo que lanza la declaración de paro, así como el pliego petitorio de seis puntos:
1.libertad a los presos políticos
2.Destitución de los generales Luís Cueto Ramírez y Raúl Mendiolea, así como también del teniente coronel Armando Frías.
3.Extinción del cuerpo de granaderos, instrumento directo de la represión y no creación de cuerpos semejantes.
4.Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal (delito de disolución social), instrumentos jurídicos de la agresión.
5.Indemnización a las familias de los muertos y a los heridos que fueron víctimas de la agresión desde el viernes 26 de julio en adelante.
6.Deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de la policía, granaderos y ejército.
Ante esta situación, Revueltas busca mostrar que la verdadera revolución universitaria es la instauración de la autogestión académica y aunque resalta que ya se ha puesto en práctica, reconoce que se realiza de un modo esporádica, accidental, sin organización y sin visión. Analiza también que la apelación del movimiento de volver a la legalidad y a lo establecido por la Constitución1, son correctas, que otro tipo de demandas correspondería a una correlación de fuerzas distinta a la que vive el movimiento y toda la izquierda en ese momento2. Ve que estas demandas “se han convertido en permanentes”, pues se “obtendrán a lo largo o corto plazo según el proceso del desarrollo político, lo cual quiere decir, que estas demandas “se desplazan al terreno de la agitación y ya no deben ser tomadas como objetivo a conquistar mediante manifestaciones de masas y otros recursos”. Esto ya que ve como primordial la creación de la autogestión académica, lo cual se inscribe en la siguiente línea: “mantenemos nuestras exigencias, mantenemos el estado de huelga, instauramos la autogestión académica”. Lo ve así ya que la autogestión académica representa “un golpe rápido, en corto, contra el enemigo en el terreno de ganar para el movimiento estudiantil una simpatía activa muy vasta entre las grandes masas de opinión”3.
Como puntos básicos. El vislumbra que no se deben interrumpir las actividades académicas dentro de los planes, pero simultáneamente, se debe estudiar la reforma de los planes de estudio en seminarios con participación de los maestros, además crear los organismos de discusión como seminarios, forum, simposio, talleres literarios, filosóficos, asambleas conforme a los enfoques de una temática general4.
El objetivo ideológico de la autogestión académica es instaurar en la esfera universitaria y de la enseñanza, el concepto de democracia cognoscitiva, como instrumento de lucha, por la libertad. “Se trata de que desde el inicio de la autogestión de las tendencias políticas, filosóficas, ideológicas, se conforme y se definan dentro del compuesto ideológico que, en conjunto, constituye a la Universidad.
Así, se realiza una manifestación del Politécnico a la plaza de la constitución, el mismo día se realizan manifestaciones en varios estados de la República. La asamblea del CNH decide seguir la huelga hasta que se cumpla el pliego petitorio, además de que precisa que en esos días se realizaría el diálogo con las autoridades. También se constituye la Asamblea de Escritores y Artistas, de la cual, es Revueltas el representante ante el CNH.
Ante esta situación, Revueltas ve la necesidad de emprender una crítica real del movimiento, es decir, una autocrítica de las posiciones ideológicas y de los análisis políticos que ha hecho el movimiento5. Por ejemplo, había tendencias que planteaban que el Estado es reaccionario en toda línea, lo cual para Revueltas, impide analizar debidamente la naturaleza real del enemigo e “impide sustraer a su dominio a las masas sobre las que tiene indudable influencia y control: proletariado de la industria nacionalizada, trabajadores al servicio del Estado, campesinos, semiproletarios, medios y ricos, pequeña y media burguesía no intelectual, sectores llamados populares”. De este concepto acrítico del Estado se deriva la conclusión de que es inútil disolver el cuerpo de granaderos y derogar el artículo 145 ya que “todo seguiría igual”. La abolición, escribe Revueltas, repercutirá en la adquisición de nueva fuerza política para los sectores revolucionarios independientes (en concreto, para los marxistas) y un punto de apoyo en la lucha por desalojar a la burguesía de sus posiciones hegemónicas. Al no comprenderlo, dice Revueltas, los compañeros caen en abstracciones vacías: “Elevar la lucha democrática a una lucha política de clases”6. Había otros grupos que confundían a la Rectoría con el Estado Burgués, lo cual, denotaba “un esquematismo de mentalidades que funcionan por reflejos condicionados: en lugar de razonar, salivan al toque de una misma campana, sin advertir que se encuentran frente a otro objetivo distinto de aquel con que asociaron el sonido que los invitaba al ”. También debate con aquellos que en cualquier lucha, en este caso la universitaria, hablan de la “necesidad de la lucha armada y violenta” sin razonar el proceso y el momento concreto en el que se encuentra esa lucha7; Revueltas dice: “La grandilocuencia que sustituye la capacidad de análisis concreto, real”. Comentarios acerca de lo posible y lo deseable en la lucha del 99.
Otros grupos decían que “el tiempo trabaja por nosotros”, es decir, que el movimiento podía durar lo que se quisiera y optar por tácticas de manera indistinta. Lo cual sería considerar que el enemigo es estúpido e inmóvil. Revueltas escribe que apenas se tiene tiempo para obrar, defendernos y, si es posible, es decir, si se obra con absoluta rapidez, tomar la ofensiva, por lo que ve la necesidad de prevenir la organización del movimiento clandestino que se pudiera dar a causa de mayor represión, una toma simbólica de la Universidad, declaración e instauración de la autogestión académica, “estructuración y puesta en marcha de los órganos de dirección ideológica marxista” que constituirán la “columna vertebral de la resistencia. Así como para la marcha del 26 de agosto con la siguiente consigna: “Con la autogestión académica que significa mayor volumen de estudio, más imperiosa responsabilidad estudiantil, más deberes de la Universidad con el pueblo, querremos preservar a nuestra casa de estudios y demás centros de educación superior, del golpe de exterminio que se prepara contra ellos después del primero de septiembre”.
Para el 22 de agosto, Luís Echeverría, Secretario de Gobernación, acepta entablar diálogo con los representantes del CNH, quienes exigen que este sea público, se toman contactos pero no se llega a un acuerdo. Un ataque mediático más fuerte empieza contra el CNH, se dice que los estudiantes son una capa social privilegiada y que por lo tanto sus demandas son gremiales y no tienen que ver con la sociedad mexicana, ante lo cual Revueltas les contesta: “Nuestros detractores tienen razón: los estudiantes somos una capa social “privilegiada”. Tenemos el privilegio político de ser los únicos — o casi los únicos — a quienes en México aún se les puede permitir el delito de la honradez y la independencia, no porque la clase gobernante quiera ni mire con buenos ojos que así sea, sino porque no se ha logrado mediatizarnos ni uncirnos a su maloliente carro de infamias. Practicamos este deber y ejercemos este derecho para que en el futuro inmediato, para que hoy mismo, el pueblo entero, la clase obrera, los campesinos, los intelectuales, se conviertan también en esas capas “privilegiadas” capaces de pelear en defensa de su propia dignidad humana y junto a las cuales nosotros lucharemos siempre con orgullo”. Más adelante “Correspondemos con esta actitud al sacrificio que las capas más necesitadas de la sociedad, la clase obrera y los campesinos (y ente ellos, pertenezcan al nivel económico que sea, nuestros padres), tienen que hacer para sostenimiento de la educación superior. Ésta es la única forma de agradecerles: nuestra lucha por una sociedad nueva, libre y justa, en la cual se pueda pensar, trabajar, crear, sin humillaciones, sobresaltos, angustias y meditaciones de toda especie. Estudiamos precisamente para obtener esto y no creemos que la dedicación a la cultura pueda tener ninguna otra razón de ser que la de este colocar al hombre, al ser humano vivo, tangible y sufriente, en el centro de todas las preocupaciones”.
Es entonces que se realiza la marcha el día 27 de agosto. La consigna era quedarse allí en espera del diálogo con las autoridades empero, el ejercito los desaloja, pero antes logran colgar a media hasta una bandera rojinegra, misma que no fue retirada por empleados públicos, ya que ellos se solidarizaron con los estudiantes, lo que les cuesta el ataque con tanques blindados por parte del ejército. El informe presidencial de Díaz Ordaz era esperado por todos ya que se tenía que pronunciar frente a los acontecimientos. Para el 4 de septiembre Revueltas es destituido como representante del Comité de Intelectuales, Escritores y Artistas ante el CNH por Sergio Mondragón y Jaime Shelley, integrantes del comité, a causa de la respuesta que escribió al informe de gobierno de Díaz Ordaz. Así continúa la lucha. Las brigadas trabajan con éxito y realizan festivales populares en la Ciudad Universitaria y Zacatenco; se empiezan a crear comités de lucha en los barrios, y toda esta actividad culmina en la marcha del 13 de septiembre, empero, el 9 de ese mes, Barros Sierra llama al retorno a clases.
Es aquí donde Revueltas considera que es el momento para instaurar la autogestión académica, para que la Universidad y la educación superior sean libres, activas a todos los problemas nacionales e internacionales, dispuestas a la acción con y sobre ellos, mediante el estudio y el análisis que desemboquen en la actividad política militante: propaganda, brigadas políticas ideológicas, edición de textos teóricos, seminarios, mesas redondas, periódicos, exposiciones, festivales de la cultura militante, cine clubes, canción protesta, teatro, danza, mítines públicos en teatros y parques, polémicas. Asambleas de análisis y refutaciones de prensa, transmisiones por radio y televisión.
Así Revueltas propone una toma simbólica de la Universidad Nacional, con el fin de que los estudiantes y maestros se concentren en Ciudad Universitaria para realizar la declaratoria de la autogestión académica, misma que comprendía al Politécnico, Chapingo y las Normales. Pero sobre todo, Revueltas nos muestra que la autogestión académica no altera la ley orgánica de la UNAM y tampoco lo hace con los planes de estudio de ninguna carrera. Para el funcionamiento de las actividades académicas de autogestión, además de las clases, Revueltas propone y define al forum y el seminario de manera normativa.
El 18 de septiembre el ejercito ocupa Ciudad Universitaria arrestando a todos los que allí se encontraban, el 23, el rector Barros Sierra, como protesta, presenta su renuncia, pero el día 25, la Junta de Gobierno de la UNAM la rechaza, por lo que el 26, el rector la retira. En este periodo, la clase obrera empieza a movilizarse en solidaridad con los estudiantes.
Para el 18 de septiembre de 1968, Revueltas ve que es necesario y urgente, crear comités de lucha en las fábricas que se están solidarizando, con el fin de crear el Consejo General Obrero de Lucha, mismo que será parte del Consejo Popular de Lucha, integrado por el Consejo Obrero de Lucha, un Consejo Popular (donde estarían los demás sectores solidarios con el movimiento) y el Consejo Nacional de Huelga. Estos tres órganos serían la estructura de lucha, pues Revueltas concebía que el sector del CNH, no podría triunfar si no es con ayuda y apoyo de la sociedad y en especial del proletariado, sujeto histórico de la revolución. Estas ideas fueron escritas el día 18 de septiembre a las 19:00 horas. Revueltas logró escapar de los militares que tomaron C.U.
El día 20 de septiembre, se reestructura el CNH, sin embargo por la persecución hay bastante desorganización. Para el 27 y 28 de septiembre hay mucha incertidumbre acerca de lo podría pasar el día dos en la plaza de las tres culturas, se sabe que puede haber represión, pero para Revueltas, lo prudente es seguir con le movimiento en cualquier circunstancia, ya sea en movimiento clandestino, pero no renunciar. Seguir con la lucha constitucional que se está dando contra el artículo 145 del código penal, pedir la salida del ejército y entrada de las autoridades universitarias para al regresar, instaurar la autogestión académica.
El lunes 30 sale el ejército de CU. El primero de octubre se realiza un mitin en CU con mucha gente, sin embargo muchos de los dirigentes no pueden estar presentes porque tienen orden de aprehensión, este es el caso de Revueltas. Para el dos, se corta la comunicación entre las células de las casas de seguridad del CNH a causa de la persecución, por lo que no se enteran sino hasta en la noche de la masacre. Esta situación perdura hasta el 28 de octubre ya que se triplica la persecución y aprehensiones en contra del movimiento.
Revueltas considera que la actuación del Estado, fue una equivocación histórica, pues pretende a base de represión, dar solución a los problemas que ella misma causó, con su cerrazón al diálogo, al no entender a la juventud y lo que ella propone, pero también nos dice que este Estado nunca podría garantizar esto, es decir, no ser represor y ser justo, democrático, dado que no le interesa y mucho menos cambiar la condición en la que vive el hombre, el mexicano, misma que Revueltas concibe mediante la transformación de la realidad y de la condición humana, a través de la revolución proletario-comunista. En la Universidad, el inicio de este proceso, está en la instauración de la autogestión académica, posición que fue adoptada por el comité de lucha de Filosofía y Letras el 4 de noviembre de 1968, el comité también define que solo se regresará a clases bajo la autogestión académica. Pide también la libertad de todos lo detenidos, estudiantes o no, así como la liberación de Valentín Campa y Demetrio Vallejo, dirigentes ferrocarrileros presos en el 58. Dar por satisfecha la auscultación de la Cámara de Diputados donde se propone la derogación del artículo 145. Promover que en las próximas elecciones se pueda registrar candidato independiente. Cese a la represión contra personas que participan en el movimiento. Renuncia de los generales Cueta y Mendiolea, así como del Coronel Frías del cuerpo de granaderos y la disolución de este cuerpo represivo.
El 13 de noviembre, la asamblea de filosofía decide no regresar a clases hasta que no se cumpliesen lo tres punto mínimos (libertad a los presos a partir del 23 de julio, desocupación de todos los planteles por parte de las fuerzas policiaco-militares y cese a la represión). El 15, Revueltas dicta una conferencia en C.U. sobre autogestión y universidad crítica, al día siguiente es detenido, también el mismo día es asesinado el estudiante Luís González Sánchez.
Entonces el CNH decide regresar a clases, decisión polémica que no acataron todas las escuelas, por lo que en realidad, la normalidad en las clases sólo se dio hasta diciembre.
Acerca de la autogestión académica, es necesario recordar que la vinculación de los profesores es totalmente necesaria, sobre todo del colegio de profesores, para que este rompa su dinámica que sirve para reprimir al mismo docente. Que esta es una forma de asegurar la democracia amplia, directa, que se ejerce en plena e irrestricta libertad, sin mediatización alguna y anulando el menor síntoma de culto a la personalidad. Conciencia colectiva clara, unívoca, por condición evidente e irreversible de toda la comunidad estudiantil. Libre juego de ideas, corrientes y tendencias ideológicas que dentro de un propósito único y común actúen, así se trate de las posiciones más opuestas. La autogestión académica, es la radicalización de la autonomía y libertad de cátedra. Donde la autonomía universitaria no se basa en un concepto administrativo o referente a la autodeterminación; la libertad de la universidad es la libertad del pensamiento sin restricción alguna. La libertad de cátedra, se radicaliza por medio de la participación activa del estudiante en la académica, haciendo que el profesor y el estudiante se retroalimenten el uno al otro. Es la continuación de la reforma universitaria iniciada por Gabino Barreda pero que ahora es insuficiente y debe continuar su proceso dialéctico sin detenerse, hasta llegar a sus últimas consecuencias. Es decir la autogestión académica se inscribe dentro del proyecto histórico, pero conducido hacia la creación de una nueva sociedad, la sociedad socialista.

27 de octubre de 2005.

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