Consideraciones sobre José Revueltas y su novela Los día terrenales

Respecto a la problemática de la alienación, Revueltas nos muestra la alienación física y subjetiva de cada personaje, mostrando que el hombre reproduce su alienación en todas sus relaciones sociales, que no existe en realidad la separación entre la vida privada y la vida pública. Describe los espacios de forma tal que entendemos las condiciones de vida que se desarrollan allí, la alienación física a la que está sometido el hombre. Que la prostitución es la expresión particular de la prostitución general del proletariado, que su alienación, no es diferente a la que viven todos aquellos que venden su fuerza de trabajo, ya sea manual o intelectual, que no son una persona más aberrada que cualquier otro. Es por esto que ve que el hombre total todavía no existe objetivamente sino como una abstracción, como una potencialidad en vías de realizarse, pero que ahora, en la modernidad capitalista, su esencia está alienada. Que la alienación sólo se supera cuando toda la sociedad se ha des alienado, pues aunque algunos individuos de la sociedad tengan mas o menos libertad o comportamientos mas libres, emancipados en ciertos aspectos, su esencia como sujetos históricos-sociales, está alienada.
Revueltas nos muestra que el arte es ensimismo desenajenante, pues en su proceso de creación, tiene que desenajenarse de sus trabas, de sus limitaciones sociales, económicas y de las más diversas índoles. Que el arte es metahistórico pues supera el contexto en el cual fue creado llevando las problemáticas humanas a diferentes lectores de otros contextos. Que a través del arte el hombre se reconquista y es por eso que es necesariamente revolucionario, aunque carezca de cualquier contenido político explicito, pues una obra revolucionaria será aquella que contribuya con la emancipación del hombre, y, es por esto que Revueltas concibe el compromiso del escritor como el compromiso de mostrar la realidad humanizada, la esencia de ella y como se desenvuelve la dignidad humana en ese contexto, haciendo al arte por y para el hombre. Que el artista en general “…no puede separarse de sus materiales, aunque establezca una lucha contra ellos para lograr la expresión más prístina y mas diáfana en sus manifestaciones estéticas…” ; que “las palabras tienen intenciones, a veces expresas y a veces ocultas y hay tras de ellas un fondo claro y turbio y, para desenmarañar esas intenciones, José revueltas utiliza el realismo, no como escuela, sino como visión de la realidad, como método de aproximación a ella, de apropiación y desnudamiento de la apariencia fenoménica. Es entonces que crea el realismo crítico dialéctico, donde no hay ángeles ni demonios, únicamente hombres alienados que se desarrollan en una sociedad donde las relaciones sociales se dan entre objetos y las relaciones materiales, comerciales, entre personas.
Pero Fidel, Julia, Gregorio, Rosendo y Bautista, además de ello, son actantes que buscan transformar su realidad. Son comunistas militantes del PCM en su etapa clandestina, individuos que pusieron a la organización por encima de su humanidad, que convirtieron al marxismo en una religión política, provocando que concibieran sus vidas en tanto un deber ser, no como es en realidad, ignorando y desconociendo las condiciones objetivas en las cuales se desenvuelven sus acciones. Las palabras de Rosendo cuando llora la muerte de Bandera nos dicen mucho: “¿Qué debe importar la consunción y acabamiento de los propios hijos, si a cambio de ello se debe luchar por un mundo donde no exista el hambre, ni el dolor, ni la muerte de ningún otro niño en la tierra?”. A este respecto ninguno de los personajes arriba mencionados deja de reprimir sus emociones y justificar el haber matado de hambre a Bandera. Sólo Ciudad Juárez muestra su dolor, el ebrio que entra en catarsis y solo entonces es capaz de mostrar sus humanos sentimientos.
Pero esto no es culpa únicamente de ellos como individuos; su organización, su partido no ve mal estas prácticas y en realidad, es él quien a provocado estos comportamientos y tergiversaciones. Pero no es por ser comunista, ni por ser partido que Revueltas califica al PCM y a sus militantes de su irrealidad histórica. Es por la tergiversación y anulación del carácter crítico que José Revueltas argumenta todo esto.