Tuesday, May 12, 2009

Trabajo acerca de la poesía, la noche y la vida en tres poesías de Pablo Neruda en Residencia en la tierra

Francisco Javier Sainz Paz


Introducción

Residencia en la tierra es el cuarto libro de Pablo Neruda, antes nos encontramos con Veinte poemas de amor y una canción desesperada, El habitante y su esperanza y Anillos. Varios especialistas, entre ellos Hernán Loyola, nos muestra que el poeta busca ir más allá de la poesía erótico-sentimental de los veinte poemas, pero también un cambio de visión donde el habitante es residente y problematizar con otros temas, pero desde una línea mas concreta, lo profético, nombrado así por Hernán Loyola, para describir los momentos de degradación y el orgullo de lo hecho, donde sobresale un tarea de descifrar las acciones y la vida. Pero lo profético se ve desde dos ángulos, una desde una cosmovisión donde como muchos poetas modernas se tocan temas como la noche, la poesía, el dolor, pero desde su punto de vista. El otro, donde el yo se en relación con distintas situaciones donde es afectado. He escogido tres poesías, de las primeras escritas para Residencia en la tierra que corresponden a la visión profética pero desde la creación de una cosmovisión, pues creo que es donde encontramos un cambio drástico en comparación a lo que había venido escribiendo Neruda, pero sin dejar de lado su visión particular del mundo, donde la vida está en el centro de todo, la noche el sueño, el dolor, la alegría. También he intentado hacer un análisis métrico que no resultó muy fructífero pues los versos no tienen una uniformidad silábica salvo en ciertas partes, empero los acentos rítmicos, siempre uniformes en el texto, nos muestran la complejidad de la obra de Neruda donde se conjuntan una gran cantidad de tipos de versos pero siempre respetando el ritmo, la sonoridad. Sería interesante hacer un análisis isotópico donde pudiéramos mostrar la diferencia del vocabulario utilizado para cada idea como naturaleza, dolor, sueños y escritura, además de la resimbolización que hace con varias palabras como polvo y cenizas, abejas, bueyes. Esta es la forma en que está estructurado el trabajo.

Galope muerto
Como cenizas, como mares poblándose,
en la sumergida lentitud, en lo informe,
o como se oyen desde el alto de los caminos
cruzar las campanadas en cruz,
teniendo ese sonido ya aparte del metal,
confuso, pesando, haciéndose polvo
en el mismo molino de las formas demasiado lejos,
o recordadas o no vistas,
y el perfume de las ciruelas que rodando a tierra
se pudren en el tiempo, infinitamente verdes.
Aquello todo tan rápido, tan viviente,
inmóvil sin embargo, como la polea loca en sí misma,
esas ruedas de los motores, en fin.
Existiendo como las puntadas secas en las costuras del árbol,
callado, por alrededor, de tal modo,
mezclando todos los limbos sus colas.
Es que de dónde, por dónde, en qué orilla.
El rodeo constante, incierto, tan mudo,
como las lilas alrededor del convento,
o llegada de la muerte a la lengua del buey
que cae a tumbos, guardabajo, y cuyos cuernos quieren soñar.
Por eso, en lo inmóvil, deteniéndose, percibir.
entonces, como aleteo inmenso, encima,
como abejas muertas o números,
ay, lo que mi corazón pálido no puede abarcar,
en multitudes, en lágrimas saliendo apenas,
y esfuerzos humanos, tormentas,
acciones negras descubiertas de repente
como hielos, desorden vasto,
oceánico, para mí que entro cantando
como con una espada entre indefensos.
Ahora bien, de qué está hecho ese surgir de palomas
que hay entre la noche y el tiempo, como una barranca
húmeda?
Ese sonido ya tan largo
que cae listando de piedras los caminos,
más bien, cuando sólo una hora
crece de improviso, extendiéndose sin tregua.
Adentro del anillo del verano
una vez los grandes zapallos escuchan,
estirando sus plantas conmovedoras,
de eso, de lo que solicitándose mucho,
de lo lleno, obscuros de pesadas gotas.
Asumo que esta poesía es acerca de la poesía misma, donde el galope es el ritmo, pero está muerto como cualquier texto, es el hombre lo que hace de él un texto con un mensaje vivo como veremos. La poesía son cenizas, restos que ha dejado el hombre de su obra, pero también es vida, es un “mar poblándose”, es algo informe en continuo crecimiento, como la obra humana, a esto se refieren los dos primeros versos. Los siguientes versos nos hablan de su sonoridad, sobre todo cuando escuchamos el “cruzar las campanas en cruz” que con cierta onomatopeya nos recuerdan la sonoridad de la poseía, que se eleva por los caminos más altos y que es tan vieja esta manifestación que es polvo, pero no está muerta sino en movimiento, pues es recuerdo de aquello que l hombre a olvidado mirar, su entorno, como el perfume de la ciruelas “que rodando a tierra/ se pudre en el tiempo”.
La poesía, tan viva y tan inmóvil, en comparación a la acción humana, a los motores sin fin, pero no ajena a ella, parte de la visión que tenemos del mundo, como las secas costuras con las cuales están hechas las ideas acerca de las cosas, de la naturaleza que percibimos.
Cuando Neruda se pregunta de donde viene, a donde va y en orilla reside, no sabe bien que contestarnos pienso yo empero, nos menciona como esta rodea lo incierto, lo mudo, aquello callado del hombre, que justamente lo hace ser hombre, sus defectos, sueños e ideas, que no desaparecen y siempre estarán presentes y siempre querrán sonar
Es en eso inmóvil, la poesía, que resurgen y revoltean las pasiones hombre, aquellas que este no puede contener y sobrepasan su ser para ser expresadas. Aquí las abejas muertas, nos muestran las pasiones asesinadas así como lo innombrable los números pues no se habla de una en específico sino de todos y de ninguno. Pero la poesía es la espada que nos protege, pues busca su expresión organiza de sentimientos no ayuda a reflexionar lo expresado, el dolo, la alegría, no son sentimientos en sí, sino para sí.
Aún así se pregunta de qué está hecha la poesía, que para él ocupa ese lugar intermedio entre la noche y el día, el sueño y la razón. Cabe destacar aquí que muestra una postura muy interesante entre dos concepciones, ante el romanticismo donde la poesía se escribe en estado hipnótico como lo describe Albert Beguin, donde la poesía se aleja de la realidad y muestra lo más escondido del alma humana, y por otro, donde es la realidad misma la que debe de tener un peso total en la obra y hablar de el hombre y su problemática social sin más. Neruda nos muestra una idea donde la poesía es el espacio entre el sueño y la realidad donde se conjunta todo, una síntesis que nos lleva a la vida misma. La “barranca húmeda” no tiene un sentido destructivo, pues es adjetivo “húmeda” brinda una connotación erótica y de disfrute, como si no conduciera la poesía al disfrute de la vida en todas sus dimensiones.
Este sonido, esta manifestación tan antigua que va forjando nuestro camino sin tregua, sin límites, contiene nuestra emociones, las gotas más pesadas y obscuras de nuestro ser.
Ahora ya he mostrado que no se mantienen un número uniforme de sílabas en el texto, empero, siempre encontramos 4 acentos en cada verso, lo cual nos habla de una unidad rítmica que se manejó a lo largo del texto. Poeta modernos Neruda, se inscribe en esta tradición reflexionando como tantos otros acerca de la poesía misma desde la poesía.

Unidad
Hay algo denso, unido, sentado en el fondo,
repitiendo su número, su señal idéntica.
Cómo se nota que las piedras han tocado el tiempo,
en su fina materia hay olor a edad,
y el agua que trae el mar, de sal y sueño.

Me rodea una misma cosa, un solo movimiento:
el peso del mineral, la luz de la miel,
se pegan al sonido de la palabra noche:
la tinta del trigo, del marfil, del llanto,
envejecidas, desteñidas, uniformes,
se unen en torno a mí como paredes.

Trabajo sordamente, girando sobre mí mismo,
como el cuervo sobre la muerte, el cuervo de luto.
Pienso, aislado en lo extremo de las estaciones,
central, rodeado de geografía silenciosa:
una temperatura parcial cae del cielo,
un extremo imperio de confusas unidades
se reúne rodeándome.
Hay al desconocido, siempre presente y e igual, una esencia inherente a todo, que se puede ver en las piedras, en tiempo que ha estado presentes, en el mar que rodea todo. Es así que vemos que el sujeto de la disertación es la noche, pero como un espacio donde ocurren ciertas cosas, que trae sales, que nos muestra una idea negativa, como ideas turbadoras y sueño como anhelos pero también como inquietudes. El “peso del minera” y la “luz de piel” pueden ser la luna, pues mineral y luz podrán dar esa idea.
Todo se une a él haciendo una pared, un límite que marca un espacio, un tiempo vital de todos los objetos. Vemos adelante un idea barroca de la muerte como la compañera que está a nuestro lado siempre, a la que por más que busquemos escapar de ella esto será imposible. Nos encontramos con el cuervo de Poe que gira alrededor de la muerte y que está de luto, pero aquí creo que también se simbolizan los diferentes cambios de etapa que va sufriendo el hombre, las estaciones que ya se fueron, en su duración en nosotros, lo cual lo hace reflexionar en ese extremo imperio que es la vida, tan confuso, lleno de muerte, de cambio y que nos llena siempre.
De igual forma el poema no tiene una uniformidad silábica pero en el ritmo sí pues en cualquier verso podemos encontrar 4 acentos rítmicos
Sonata y destrucciones
Después de mucho, después de vagas leguas,
confuso de dominios, incierto de territorios,
acompañado de pobres esperanzas
y compañías infieles y desconfiados sueños,
amo lo tenaz que aún sobrevive en mis ojos,
oigo en mi corazón mis pasos de jinete,
muerdo el fuego dormido y la sal arruinada,
y de noche, de atmósfera oscura y luto prófugo,
aquel que vela a la orilla de los campamentos,
el viajero armado de estériles resistencias,
detenido entre sombras que crecen y alas que tiemblan,
me siento ser, y mi brazo de piedra me defiende.
Hay entre ciencias de llanto un altar confuso,
y en mi sesión de atardeceres sin perfume,
en mis abandonados dormitorios donde habita la luna,
y arañas de mi propiedad, y destrucciones que me son queridas,
adoro mi propio ser perdido, mi substancia imperfecta,
mi golpe de plata y mi pérdida eterna.
Ardió la uva húmeda, y su agua funeral
aún vacila, aún reside,
y el patrimonio estéril, y el domicilio traidor.
Quién hizo ceremonia de cenizas?
Quién amó lo perdido, quién protegió lo último?
El hueso del padre, la madera del buque muerto,
y su propio final, su misma huida,
su fuerza triste, su dios miserable?
Acecho, pues, lo inanimado y lo doliente,
y el testimonio extraño que sostengo,
con eficiencia cruel y escrito en cenizas,
es la forma de olvido que prefiero,
el nombre que doy a la tierra, el valor de mis sueños,
la cantidad interminable que divido
con mis ojos de invierno, durante cada día de este mundo.
Después de todo lo que he pasado, lo confuso, lo incierto, los engaños que he vivido, sigo por la misma senda y aunque sigo viviendo los males que me acogen dentro de lo sombrío con vagas resistencias, tengo mi escritura que me ayuda a entender esto, mi brazo de piedra, pesado debido a la carga que lleva, como si estuviera destinado a escribir mi sufrimiento, como la mano de metal de López Velarde que se convierte en una autómata.
Hay en mi experiencia, aquello que conozco muy bien, bastante dolor, pero también me reconozco en ese dolor pues es parte de esa experiencia de vida que he acumulado. De mis demonios y mis pérdidas ha nacido mi poesía, donde el dolor y la alegría, conviven ante todas las decepciones que han sucedido.
Aquí el poeta toma conciencia de lo que ha hecho su poesía, “Quien ha hecho ceremonia de cenizas”, pero también regresa al tema del texto como un ente inmóvil pero vivo; quien ha convertido el sufrimiento en ceremonia, en algo bello, apreciable pero también en cenizas. El hueso del padre nos habla de su difícil relación con su padre, el buque muerto de su adolescencia, aquello dejado y abandonado pero no olvidamos, todo hasta este momento donde los mismos y nuevos dolores le acompañan.
Así el poeta acecha su dolor y lo escribe, porque es la forma en que el ha decidido llevarlo consigo, pero también van con el su esperanza, sus sueños y todas sus experiencias.
De los tres poemas este un poca mas de uniformidad métrica, variando entre dodecasílabos, tridecasílabos y tetrasílabos y algún verso compuesto mas largo. Todos con cuatro acentos rítmicos en cada verso
Bibliografía.

Neruda, Pablo. “Galope muerto”, “Unidad” y “Sonata y destrucciones”. Residencia en la tierra. Ed. Y prol. De Hernán Loyola. 8ª. Ed. Madrid, España. Cátedra, 2005. (Col. “Letras hispánicas…254”).
Loyola, Hernán. “IV Retornando al día”, “V Rangoon: trajes y viajes”. Neruda. La biografía literaria. Santiago, Chile. Plantea-Seix Barral, 2006. Pags 213-326. (Col. “Biblioteca Breve”).
Trabajo acerca de la obra Juntacadáveres de Juan Carlos Onetti.


Francisco Javier Sainz Paz

Introducción

En la obra nos encontramos con una sociedad de valores puritanos, una provincia que busca modernizarse para llegar a ser una ciudad capitalista, pero en este proceso, surgen los vicios que tienen estas ciudades, como es la prostitución, producto de la enajenación y animalización de los sentidos y las necesidades humanas Vemos que aquellos que no querían este establecimiento por razones de índole moral, demuestran que la única moral a la cual responden es a la del interés de acumular capital, por lo que admiten el prostíbulo y lo utilizan. Aquellos que logran quitar el establecimiento, lo hacen sin entender que este fenómeno es de índole cultural y que negando la contradicción esta no va a desaparecer sino que llegará el momento de su agudización. Estas ideas son las que busco desarrollar en ciertos puntos de la novela, como es la llegada de Larsen con las prostitutas, el nacimiento del prostíbulo y su realización, con el Falansterio, la relación entre Jorge Malabia y Julita y la desmantelación del prostíbulo

La llegada e Junta y sus cadáveres

El recibimiento que Santa María, "baluarte de las más puras tradiciones,"1 hace a las prostitutas, ya de por sí descoloridas, es de lo más desolador: el paisaje descolorido y quieto donde la pareja de viejos se empequeñecía titilante, donde más allá de la Experimental, un rayo de luz, un solo, delgado y duro, bajaba tardío para iluminar el arribo de las mujeres a Santa María, declarada ciudad unos meses atrás2. Este ambiente de languidez, a la vez soporífera y exasperante para Larsen y las nuevas habitantes de la ciudad, resulta como una losa insoslayable que ha de pesar en toda la narración con una persistencia continua. Pero la soledad de las calles continúa entrando en el Ford como las nubes de tierra ardiente y nada puede asordar las negativas que les repite Santa María, dormida y desplomada en medio de la tarde3. La descripción del ámbito humano que puebla la ciudad no es más halagadora que la soledad que invade la disposición urbanística. Las gentes de Santa María, hasta entonces inexistentes como bloque humano, tienen el carácter moral y la abulia de los habitantes de cualquier pueblo de provincias. De este modo, las mujeres se amodorran en su ignorancia pueblerina con vanos destellos de lucidez: "las mujeres… sintieron por un instante que tenían algo decisivo que decirse; parpadearon abúlicas y soñolientas, seguras que nunca habrían de descubrirlo."4 Este recibimiento es el que se le otorga a Junta y a las mujeres ajadas que vienen a crear un prostíbulo. Pero, ¿por qué y para qué? Y ¿cuál es el significado de este establecimiento en la ciudad de la liberación?

El origen del prostíbulo
El prostíbulo surge como idea de Euclides Barthé, el farmacéutico de Santa María, de sufragar la publicación de un semanario con los beneficios, quinientos pesos mensuales, de la instalación, en ese "poblacho que ahora llaman ciudad,"5 de un burdel. Dos obstáculos se interponen en la consecución de este proyecto; en primer lugar la reiterada negativa del Concejo a aprobar la moción de Barthé para la instalación del prostíbulo; en segundo lugar la falta de experiencia de este último en la organización de un establecimiento de esas características. El segundo obstáculo queda salvado por la ilusión de Larsen, macro de unos cincuenta años establecido en El Rosario con el tutelaje de cuatro cadáveres—prostitutas deformadas por el tiempo—, de crear el prostíbulo perfecto, lo que provee a Barthé con la persona que se encargue de la administración y la instalación del establecimiento.
El primer obstáculo, tras cinco largos años de intransigentes negativas, queda resuelto cuando los conservadores, movidos por el interés de la concesión del puerto, envían a Díaz Grey a comunicarle a Barthé la propuesta de Arcelo de concederle el visto bueno a su proyecto del prostíbulo a cambio de su apoyo en la concesión del servicio de los changadores: "Los conservadores quieren su voto para la concesión de changadores. Si usted la vota, ellos se comprometen a aprobar el proyecto del prostíbulo."6 Tras cuatro días de indecisión promovidos por su orgullo, Barthé accede a dejarse chantajear por los conservadores y pide a Díaz Grey que medie entre él y Larsen, con quien Barthé—después de haberlo mantenido estancado en ese "poblacho que ahora llaman ciudad,"7 por cuatro años—no mantiene una relación muy amistosa, para obtener la cooperación de Larsen en el proyecto del prostíbulo.
Se origina así el prostíbulo en la arista del interés lucrativo del farmacéutico enfocado hacia el fomento cultural y la ilusión de un macro venido a menos por salvar su pasado; su interés, es la reproducción de capital. Dentro de la lógica textual de la narrativa onettiana se puede postular la creación del burdel perfecto como la afirmación de su derrota en el intento de crear un espacio acto para el goce masculino. Recuérdese que una de las primeras imágenes que adornaban la cuidad estaba dominada por los exuberantes senos de Elena Salas ofrecidos, de buen grado, a la contemplación de Díaz Grey; la ciudad era engendrada como el espacio donde se superaba la decadencia corporal asociada con el tiempo lineal para contribuir al esparcimiento sensual masculino. En la posterior visión del mismo terreno, las mujeres son cadáveres desmañados que trafican con sus mercancías putrefactas mercancía que satisface la necesidad sexual del hombre pero de una forma animalizada, es decir, que el acto por el medio del cual satisfacen su necesidad, en vez de reafirmarlos como seres humanos, los afirma como un sujeto que interactúa de un modo inmediato con su realidad.

El prostíbulo

Juntacadáveres, apodo de Larsen, alberga la ilusión del burdel perfecto junto con la mujer perfecta: "pensó que había nacido para realizar dos perfecciones: una mujer perfecta, un prostíbulo perfecto”8. Larsen recibe noticia del interés de Barthé, en sus habilidades para la producción de un burdel, en El Rosario, donde se deja vivir arropado por cuatro prostitutas ajadas por el tiempo: "En El Rosario había estado perdido, entregándose sin luchas visibles a la inercia y el paso del tiempo"9. Hastiado de esta existencia, Larsen cree en la idea del prostíbulo como un medio de contribuir al beneficio de la humanidad, al gozo inmediato de la humanidad y con ello está conforme. De este modo, después de vender todas sus pertenencias—con excepción de un fonógrafo en el que gusta de escuchar los tangos de Gardel—, sale para Santa María donde consiguió un empleo en la administración de El Liberal [diario de Santa María fundado por Agustín Malabia, abuelo de Jorge Malabia] y estuvo, sistemáticamente, sin placer, conociendo el pueblo y sus habitantes, prodigando a los hombres la torcida sonrisa de su juventud, buscando clientes para el futuro hipotético y esforzándose por descubrir qué clima, qué trato, qué tarifa, qué estatura de mujer preferían10. En esta situación de espera, ante las negativas del Concejo a la construcción del prostíbulo en Santa María, la relación de Larsen con Barthé, quien considera a aquél "un hombre despreciable, pero necesario," se va haciendo más tensa. Es despreciable para él, pues ve en Larsen una actitud repulsiva, pero al ver que puede utilizarlo para su beneficio, no le importa aprobar lo que en realidad le desagrada. Pero de igual forma para Larsen, pues para él es un medio para construir su sueño de una mujer perfecta y el prostíbulo perfecto.
Tras la aprobación por parte del Concejo del proyecto de Barthé, Larsen, dolido por la artimaña de este último de enviar a Díaz Grey, deniega su cooperación a la petición de Díaz Grey; para luego acceder—en una visita a Barthé en la que su orgullo queda eclipsado por la utopía del lenocinio perfecto—a prestar su colaboración en la organización del burdel bajo los términos acordados en un principio; esto es, la organización del prostíbulo sin ninguna ayuda económica inicial por parte de la ciudad y el compromiso de pagar quinientos pesos mensuales a Barthé para sufragar la publicación de un semanario. La ilusión de Larsen no se representa en estado puro, sino mezclada con la desconfianza en su realización. Esta desconfianza se genera en su juventud, cuando conoció a María Bonita para darse cuenta "de que la realización de los ideales depende del grado de renunciamiento de que seamos capaces; esta seguridad se transformo luego en dogma y no habría de abandonarlo el resto de su vida"11. Es este un nuevo guiño textual que enmarca a Larsen dentro del paradigma del héroe onettiano caracterizado por la gris certeza de la imposibilidad de cambiar ni de conseguir nada digno.
Los cadáveres y el prostíbulo

Larsen sale para la capital con intención de reclutar las mujeres necesarias para el establecimiento. A su regreso a Santa Maria, Junta solo puede reunir tres cadáveres: Maria Bonita, Nelly e Irene. Esto lo pone de manifiesto el mismo Larsen cuando comenta el estado de sus prostitutas "Ya no tienen quince años y están vestidas como para enfriar a un chivo"12. Nelly es un cadáver adiposo, de cabellos rubios; la más joven de las tres. Irene es un cadáver raquítico. Ambas alocadas cenicientas de saldo de risa sardónica. Maria Bonita es una mujer al borde de la madurez que ha compartido parte de su juventud con Larsen; es la más juiciosa de las tres. El cadáver con quien Junta ha de intimar. El prostíbulo se ubica en la costa; en "la casa de las persianas celestes,"13 alquilada al padre de Jorge Malabia. Permanece abierto de martes a domingo; siendo el lunes el día de descanso para los cadáveres tutelados. Sus horas de operación eran desde la caída del sol hasta las dos de la mañana; "pero en las noches del sábado el límite era puesto por la cantidad y el entusiasmo de los visitantes"14. El lunes, día de descanso, Nelly, la rubia, e Irene, la gorda, salen a pasear por las calles y los establecimientos de Santa María; caminan abstraídas en sus continuas risas sardónicas, compran sin preguntar el precio, ignoran el desprecio de la ciudad expresado con letras mayúsculas en un silencio provincial, arrastran un miedo inconsciente que les impide distinguir otra cosa que "manos y pedazos de piernas, una humanidad sin ojos que podía ser olvidada en seguida”15. Maria Bonita se abstiene del paseo del lunes y de gastar su sueldo en los establecimientos de Santa María, prefiere permanecer en la casa de la costa con Larsen pues había visto y oído el desprecio del pueblo, espontáneo, sin agresividad, como un cambio en el estado del tiempo que los incluyera a todos, hombres y mujeres, a los frentes de sus casas y al declive de las calles16. Noche tras noche, tras una lucrativa jornada de negocios, diez pesos por servicio, Larsen se dirige— "acariciando la pistola con la misma distraída unción con que oprimía a veces la medallita que le colgaba del cuello"17 —hacia el Berna a beber con Vázquez—admirador silencioso—, para luego retirarse a su pieza, donde hastiado del silencio de los gringos, de los mulatos, de los blancos sanmarianos, incrimina la abulia de Santa María por su incapacidad de mostrar síntomas de desprecio: --Pueblo jodido, pueblo de ratas—murmuraba Junta al sentarse en la cama y calzar las zapatillas; lo enfurecía y lo desconcertaba no encontrar, mediodía tras mediodía, un objetivo concreto de odio18. Después de las burlas y las críticas iniciales; Santa María condena al prostíbulo al silencio; al olvido. De tal modo que salvo aquel lento viaje de las dos mujeres durante dos o tres horas en las tardes de los lunes, el pueblo sólo tenía con la casa de la costa la relación impersonal que establecían machos furtivos y nocturnos19. Creo que Larsen ve, que aunque el pueblo se convierta en ciudad, aunque a él lo corran, hay un destino trágico que no podrán eludir, que la ideología cerrada y conservadora no cambiará, que legaran otros vicios pero al fin de al cabo seguirá siendo un pueblo de grandes dimensiones.
El Falansterio

La historia del Falansterio es relatada por Lanza, un gallego exiliado de la guerra civil española que busca la verdad mientras corrige galeras en El Liberal para ganarse la vida, cuyo trato se ha ganado el respeto y el cariño de Jorge Malabia en largas noches de tertulia mediada por abundante cerveza en El Berna. Lo que da pie al relato es la observación que Lanza da de la agresiva actitud de Marcos Bergner contra el comercio carnal del lenocinio. Para poner en entredicho la pretendida virtud de su concuñado es que Lanza relata a Jorge la historia del Falansterio. Según Lanza, el proyecto consistía en la creación de una comunidad autónoma de producción y consumo donde Todos los pioneros contaban con un respaldo económico para ayudar en el no admitido caso de sequías, peste, golpes de granizo, época de vacas flacas. Habría peones, por supuesto, para que los hombres pudieran concentrarse en la tarea intelectual de dirigir y planear. Chinitas humildes para que los niños no molestaran demasiado y para que día a día las comidas estuvieran a punto y hora y, también por supuesto, se trataría de una labor cooperativa en lo que se refiere al reparto de las ganancias. Bueno una comunidad cristiana y primitiva basada en el altruismo, la tolerancia, el mutuo entendimiento20. Entra en esta comunidad Moncha88, hija del adinerado Insurralde, de la mano de Marcos con fines de conocerlo antes de contraer matrimonio con él. Después de seis meses, la vasquita Insurralde sale precipitadamente del Falansterio y se embarca para Europa. En cuanto a las razones de esta súbita partida, Lanza reconoce la incapacidad del grupo de los elegidos por coincidir en una hipótesis valida; acabando siempre "en la nada, en la cáscara vacía"21. De cualquier modo, Marcos Bergner para aliviar la aflicción de la marcha de Moncha se entrega a un culto báquico de desenfrenado intercambio sexual con las restantes parejas y demás representantes del sexo bello que regentaban la comunidad. Convirtiendo el sistema de producción y de consumo autónomo del Falansterio en una idílica comunidad de intercambio sexual. Lanza concluye el relato con la observación de 88. De este modo, el espacio sanmariano transciende los limites textuales de una obra particular para extenderse en un macrocosmo escritorial que abarca la eternidad de sus personajes. Que resulta curioso ver y oír a su pariente Marcos organizado una Santa Cruzada contra el humilde prostíbulo que regenta en la costa el ciudadano Larsen, por mal nombre Juntacadáveres… [en comparación con lo] que Marcos tuvo y conoció en el breve tiempo idílico del inolvidable Falansterio22. El Falansterio parece así cumplir la función de un espacio alternativo devenido en una—para la moral de la ciudad—depravada arena sexual. Es de notar la similitud del destino de Santa María y el Falansterio; como en el caso de este último, Santa María ha de fracasar en su intento primero de ser un espacio de salvación para degenerar en el escenario donde un macro frustrado trata de cargar con las astillas de un sueño ajeno.
La relación entre Jorge Malabia y Julita

Julita, mujer rubia de "treinta años o cerca,"23 es la viuda de Federico Malabia, hermano mayor de Jorge. Jorge Malabia es un chico de "dieciséis, diecisiete años."24 Entre Julita y Jorge existe una relación enfermiza. Ella trata de recuperar a Federico en la imagen de su hermano. Él le regala palabras. Ella se siente feliz con la idea de tener un hijo, que, independientemente del genero, sea Federico; con la recreación de la atmósfera de Federico cuando las muchachas de la Acción Cooperadora vienen a redactar los anónimos; con los besos en la boca que da a Jorge; con el billete de cien pesos que le da para que alivie el deseo que ella genera. Él se siente esclavizado por un deseo enfermizo y reconfortante por ella. Jorge Malabia, como buen personaje onettiano, necesita el calor de una mujer: su corazón y su cuerpo. Esto resulta patente durante toda la narración. Jorge expresa este sentimiento matizado por un elevado espíritu intelectual: "Me estoy viendo y acepto: débil, puro, incapaz de soledad, sin más destino posible que ser un elemento en la existencia de otro, otros”25. Jorge tiene todas las papeletas para entrar en la multitud de mascaras tras las que se cubre el primer actor de toda esta gran comedia que es la narrativa sanmariana. No en vano su idiosincrasia queda tocada por la nebulosa intelectualidad de los afectados por la enfermedad indefinible cuando dice "Nada de lo que es importante puede ser pensado, todo lo importante debe arrastrase inconscientemente con uno, como una sombra"26. Sin embargo el cariz de su relación con Julita es de una complejidad nueva dentro del cosmos textual onettiano: Jorge es un adolescente que trata de calmar su ardor sexual en la retocada locura de unos ademanes prohibidos. Es así pues un escalón más hacia la degeneración del mundo sanmarino.

El desmantelamiento del prostíbulo

Los anónimos escritos por las muchachas de la Acción Cooperadora eran fruto del temor inculcado en ellas por la comunidad puritana de Santa María. Su fin: limpiar la ciudad de las suciedades traídas por el prostíbulo. En ellos se vincula, de manera clara y efectiva, la decadencia física con el placer clandestino que se ofrece en la casa de las persianas celestes. Estos anónimos, cuya redacción implica una severa vigilancia del fugitivo y de su relación con la victima, dejan constancia del grado de fanatismo que había generado la instalación del burdel en Santa María. Los miembros y allegados de La liga de los Caballeros de Santa María, una liga originada en el intento de impedir el pase de una película de divulgación científica donde se mostraba "el proceso de un parto normal y los detalles de una cesárea,"27 eran los encargados de la tarea del espionaje escudados del sentido del ridículo por la conciencia de estar llevando a cabo un deber social con "Santa María, baluarte de las más puras tradiciones"28. Véase un ejemplo de estos pasquines en el enviado a María Mann, hija del propietario de uno de los negocios que lindan con la farmacia de Barthé: Tu novio Juan Carlos Pintos, estuvo el sábado de noche en la casa de la costa. Impuro y muy posiblemente ya enfermo fue a visitarte el domingo, almorzó en tu casa y te llevó a ti y a tu madre al cine. ¿Te habrá besado? ¿Habrá tocado la mano de tu madre, el pan de tu mesa? Tendrás hijos raquíticos, ciegos y cubiertos de llagas y tu misma no podrás escapar al contagio de esas horribles enfermedades. Pero otras desgracias, mucho antes, afligirán a los tuyos, inocentes de culpa. Piensa en esto y busca la inspiración salvadora en la oración29. El tono escatológico de los primeros anónimos cambia al tono más elevado de los de la última época. El pecador de manos sucias debe saber que la amistad con el demonio es enemistad con Dios. Basta resistirse al diablo para que él huya; no ay, pues, excusa. Vuestra risa será lloro y vuestra alegría aflicción porque el rostro del Señor está sobre los que hacen mal. Si Dios condenó a la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra, tornándolas en cenizas, sabrá atormentar a los pecadores de Santa María. El Señor te reprende. Debes sacar tres copias de esta epístola y hacerlas llegar a las almas que tú sepas pueden necesitar este aviso30. Valga también transcribir un póster que rezaba "Queremos novios castos y maridos sanos" sostenido por la hija del panadero y la nieta gigantesca de Küttel. El resultado de estos anónimos es el desmantelamiento del prostíbulo por orden del gobernador. Junta y los cadáveres se ven obligados a dejar Santa María. Santa María era el espacio de Brausen y sus otros; un espacio creado por y para su expresión y su conocimiento. Sin Larsen la ciudad queda abandonada a la moral de la plebe. El prostíbulo, que Lanza puntualiza como el estandarte de la lucha por la libertad y la civilización31 es clausurado por la moral sanmarina. Es importante notar que gran parte de la narración de Juntacadáveres es narrada desde la primera persona del plural; es decir, desde la perspectiva de Santa María. Como se apunto con anterioridad, el tercer espacio pasa a ser un reducto de la sátira más negra encaminada hacia la expresión de la decadencia humana del propio creador. Lo único que queda en Santa María es el conjunto humano en el que Díaz Grey parece haberse disuelto.

Bibliografía.

Onetti, Juan Carlos. Juntacadáveres. Madrid, España. Alianza, 1981.

Curiel, Fernando. “XI. El suplicio e juntacadáveres”. Onetti: Obra y calculado infortunio. México, 1980. Pág. 157-162.

Adams, Michel Ian. “Juan Carlos Onetti: Alination and fragmented image”. Three autors of alienation. USA, University of Texas press, 1975. Págs. 37-80.




UNAM-FFyL
Fin.
ACERCA DE LA CASA DE BERNARDA ALBA DE FEDERICO GARCÍA LORCA

Francisco Javier Sainz Paz

Introducción.
Con este trabajo, busco analizar por medio de la estructura que se encuentra en el índice, los aspectos de alienación y valores humanos que se encuentran en este drama, estructura teatral que concibo así: “…el contenido de un drama tiene el carácter de acción que se desarrolla en una dirección consistente y definida hacia la meta final establecida por el autor. Es únicamente en conjunción con una adherencia profunda con la individualidad artística del autor, con las ideas y disposiciones que son la médula creadora del drama, como el teatro puede revelar su profundidad artística completa y transmitir la integridad de una poética, la forma graciosa de su composición”1. Pero aquí encontramos rasgos del drama moderno, donde se abstraen elementos, se concentran en la esencia del objeto, como Lorca realiza con Pepe el Romano. También vemos que “…la escritura dramática expone y desarrolla conflictos, es decir, plantea las dificultades de un personaje que se fija una meta incompatible con el status quo en el que se encuentra (político, amoroso, familiar, económico, etc.). Cada personaje defiende su deseo según su personalidad, sus rasgos y sus necesidades”2.Este conflicto es la lucha real que representa las luchas en la vida real, las contradicciones de la realidad en su dialéctico movimiento. En La casa de Bernarda Alba, encontramos un conflicto de relación pues se origina cuando se enfrentan las metas del protagonista y el antagonista, Adela y Bernarda, aunque también hay rasgos de un conflicto de situación pues los personajes luchan contra un presente heredado del pasado, así como rasgos de conflicto social. Estos son algunos de los rasgos que presento como propuestas de análisis, además de la concepción de la casa de Bernarda, como España entera.
Desarrollo.

Actos.
La obra está dividida en tres actos. El primero inicia de mañana, el segundo en la tarde y el tercero en la noche. Al parecer la trama se desenvuelve en tres días. En cada uno de ellos notamos cómo cada vez se hace más complicado, para la protagonista, alcanzar su objeto de deseo a causa de la lucha entre protagonista y antagonista por alcanzar, cada una, sus metas. Notamos la agudización de las contradicciones causadas por el deseo y la prohibición que lleva en cada acto a desenlaces que consternan al lector y espectador.
El capítulo primero inicia con la muerte del segundo marido de Bernarda, lo que ocasiona que se instaure el perpetuo luto para los habitantes de la casa. Sabemos que la situación de estas mujeres era ya difícil, en cuestión de que ya eran bastante reprimidas, pero con el luto instaurado por Bernarda, se agudiza la situación. Cuatro de las hermanas pierden toda esperanza de escapar del yugo de Bernarda, Adela no y lo muestra desde el inicio. Cómo uno de los subtextos que acompaña la polisémica obra, encuentro yo aquí una simbolización de la casa de Bernarda como si fuese España entera, Bernarda la tradición, la ideología y el poder hegemónico incuestionable; las hijas, Poncia y la criada como ciertos sectores de la sociedad española. Creo que esta visión de es reforzada por la didascalia: “Drama de mujeres en los pueblos de España”3, donde García Lorca muestra que su intención es tratar una problemática de índole nacional, más adelante daré más argumentos para esta interpretación.
También, desde el inicio, se nos presenta la caracterización de Poncia y su visión de lo que sucede. Poncia le tiene odio a Bernarda, la relación que sostienen es una relación de poder y económica, donde Poncia, como criada, no puede dejar de obedecer a Bernarda pues sería despedida, lo cual afectaría la situación económica de su pobre familia. Cuando nos informa que Angustias es la única que posee una dote considerable a comparación de sus hermanas, además de que el lector y el espectador conoce la situación familiar y lo prepara para lo que ocurrirá, surge a partir de allí este diálogo con la Criada:
Criada. ¡Ya quisiera tener yo lo que ellas!
Poncia. Nosotras tenemos nuestras manos y un hoyo en la tierra de la verdad.
Criada. Esa es la única tierra que nos dejan a los que no tenemos nada4
Con este diálogo se nos presenta un mundo dividido y en lucha de clases, donde unos no poseen más que su fuerza de trabajo. Algo similar encontramos cuando sale a escena la Mendiga, donde se muestra que ella ni siquiera tiene trabajo a comparación de la Criada que la desprecia y la iguala a un perro. Al llegar Bernarda exige silencio, se muestra como la autoridad plena, y en seguida, al ver a Poncia y a la criada dice: “…Los pobres son como animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias.”5. Y aunque una mujer le dice que ellos, los pobres, también sientes sus penas, Bernarda le contesta que las olvidan al comer de un plato de garbanzos6.
Es así como inicia el primer acto, abriendo toda una serie de problemáticas que nos muestran desde el constante enclaustramiento de las mujeres, la autoridad de Bernarda. Pero al final de este, nos encontramos con María Josefa, madre de Bernarda. Ella quiere casarse; sale a escena con su anillo de bodas, su vestido; dice que quiere irse a la orilla del mar, pues en el pueblo donde están, los hombres corren de las mujeres. No quiere ver a todos luchando, “haciéndose polvo el corazón” a causa de la represión ejercida por Bernarda. A María Josefa se le presenta como loca, de esa forma, como al Quijote, no se le puede enjuiciar de la misma forma que los que no lo están, empero, como anunciando el final que tendrá el drama, se le vuelve a encerrar, se encierra la voluntad de vida, que las personas se olviden de su voluntad, de su vitalidad, de su libertad. María Josefa y Adela, serán las representantes de la vitalidad sojuzgada. El telón cae rápidamente. Encontramos una continuidad en el texto que se frena de tajo, violentamente. En cada acto como veremos, encontramos para el protagonista, puntos de giro, barreras y lances violentos que le brindan la impresión, al lector y al espectador, de que la salida que dará Bernarda a la problemática, será violenta.
En el segundo acto, encontramos a Magdalena, Martirio, Angustias y Amelia que están haciendo preparativos para la boda. Todas saben que una de ellas saldrá del infierno en el que viven, o al menos tiene la posibilidad. Angustias se los hace saber de una manera muy ríspida, por lo cual Magdalena le dice: “¡A lo mejor no sales!”7. Así, por lo celos de todas y por la idea de todas de que Pepe busca a Angustias por su dinero y que es raro que un noviazgo empiece tan espontáneamente, platican acerca de los acercamientos que ha tenido Angustias con Pepe. Cuando aparece Adela, empieza la intriga, pues no enteramos de que Poncia y Martirio tienen conocimiento del porqué de los desvelos de Adela, de su relación con Pepe el Romano. Sorpresa nos llevamos cuando, ante la pérdida del retrato de Pepe por Angustias, sabemos que Martirio hurtó el retrato. Bernarda llega a imponer orden y decide que la boda debe llevarse cuanto antes, situación que afecta a Adela pues tiene menos tiempo para alcanzar su objetivo, que en realidad este ya se transformó, pues ella al saber que su hermana se casaría con Pepe, se desilusiona y se empieza a resignar a poseerlo carnalmente. Bernarda, ante la advertencia de Poncia, tiene a todas vigiladas y más Adela.
El acto finaliza con el linchamiento de la hija de la Librada a causa de que tuvo un hijo, no sabe con quien y al intentarlo asesinar, un perro regresa a la criatura la casa de la hija de la Librada. Bernarda permite a sus hijas a que participen en ese carnavalesco suceso8. Adela se siente identificada con la mujer vana linchar, pues se sugiere que Adela está embarazada de Pepe. Así se cierra rápidamente el telón y se nos muestra un final que deja consternados al lector y al espectador, en la misma tónica del cierre del anterior acto, pero ahora es la muerte la que se presenta para impactarnos y mostrarnos el desenlace de la obra.
El tercer y último acto de esta obra, inicia con la presencia de Prudencia, amiga Bernarda, platican. Se muestra férrea vigilancia de Bernarda al prohibir a Adela que vaya por agua al pozo9. Como ya es de noche Bernarda manda a todas a dormir; Martirio incita a Adela a que vaya en busca de Pepe diciéndole que esta noche es buena para ladrones y para quien necesite escondrijo. Adela sabe que su hermana se casará en tres días, situación que hace que se desespere y apremie a tomar decisiones. Martirio se queda unos momentos en la cocina y ve una figura en el patio, sale y se encuentra a su abuela, a quien intenta hacer regresar a la casa; al momento observa a Adela que regresa despeinada y con señas de que acaba de tener un encuentro con Pepe el Romano. Discuten y pelean, es cuando Martirio grita apara que su madre venga. Bernarda al llegar al patio se escandaliza pues se da cuenta de que no tiene poder de control por lo que corre a casa por su escopeta. Da un tiro hacia los matorrales para intentar matar a Pepe pero no lo consigue. Adela sabe que Pepe no volverá, por lo que corre a casa y se cuelga. Poncia es la primera que encuentra a Adela muerta, le dice a Bernarda que no mire, empero lo que le interesa a ella es dar a conocer que su hija murió virgen, en las normas establecidas por la moral tradicionalista que impera en España y en ese pueblo y así Bernarda impone, aun más, el luto en su familia. Así termina la obra dando un desenlace todavía más impactante que el de los otros dos actos, pues en lo otros se podía esperar la posibilidad de un desenlace favorable para la familia y Adela, pero vemos que la autoridad de Bernarda es todavía más fuerte que pulsión de vida que recorre a las demás mujeres de la casa, pero la respuesta de la autoridad ante un intento de ver e mundo de una forma distinta a la que el la concibe10, hará todo lo posible por erradicar esa posición11. Otra vez se cierra el telón rápidamente.

Acotaciones.
Las acotaciones, son la información acerca del espacio, el movimiento, las intenciones, el clima, el estilo, etc. Hay explicitas e implícitas. Las explícitas están entre paréntesis o con un tipo de letra diferente. Las implícitas están en los diálogos y pueden referirse tanto a la historia, como a las circunstancias (entorno, espacio, tiempo, etc.)12.
En el primer acto, nos encontramos con las edades y nombres de los personajes. Cada edad está bien calculada para que sea verosímil la historia. Los nombres caracterizan al personaje, por ejemplo, Alba, viene del latín albus que significa blanca, lo cual corresponde con los interiores de la casa y, Bernarda, es nombre de origen germánico, que significa “con la fuerza de un oso”, lo cual se relaciona con la dureza del personaje. Angustias es una mujer de 39 años virgen y a cada momento nos muestra su angustia por su condición. Magdalena es muy sensible a lo que les sucede a los demás, como María Magdalena. Martirio, es enamoradiza y tiene muchos defectos físicos, podríamos decir de su vida es un martirio. Adela significa “de naturaleza noble”, lo cual se ajusta con su carácter. El nombre de Poncia se construye con el personaje Poncio Pilatos, aquel que se lava las manos de intervenir si no es a favor suyo. María Josefa, contiene en su nombre, los nombres los padres de cristo, es por eso que sostiene un corderito y que dice que quiere ir a los ramos de Belén13.
Después nos encontramos con que la habitación es blanquísima, nótese la exageración, además de que muestra a la casa como virginal; con muros gruesos. Cuadros con paisajes inverosímiles o reyes de leyenda. Muros gruesos para que nadie sepa que es lo que ocurre en la casa, para guardar las apariencias. Los cuadros, pueden ser para mantener un imaginario colectivo, uno mágico para satisfacer la necesidad de elevar la mente y desear otra vida, pero sólo dentro de la casa. Los reyes nos recuerdan a su corte y a todos los lineamentos que se debían de seguir dentro de la corte. Nos dice después que era verano; en toda la narración nos encontramos con que las hijas de Bernarda tienen sed, calor, fuego interno14.
Más adelante cuando entran todas las mujeres, la Muchacha 1ª. le habla con timidez a Bernarda, lo cual denota la forma en que se le habla a ella15. Adelante, cuando Adela le ofrece a su madre el abanico de colores, se denota su vitalidad, misma que se empieza a quebrar cuando sabe del posible casamiento de su hermana con Pepe, que es cuando quiebra en llanto. Cuando todas salen corriendo a ver por la ventana a Pepe, Adela duda, pero se convence y también va a verlo desde su ventana16.
Cuando María Josefa entra en escena, llega ataviada, en claro erotismo; viejísima, lo cual contrasta con respecto a las mujeres jóvenes de la casa que desean ese erotismo en sus vidas. Trae flores en la cabeza y en el pecho, lo cual es una repetición del mismo símbolo erótico17.
En el segundo acto, vemos que la habitación ya no es blanquísima, sólo blanca; se encuentran cerca de las habitaciones y como veremos en el texto son las tres de la tarde y hace mucho calor18. Adelante, Martirio mira fijamente a Adela, lo cual denota la pugna que hay entre las dos esperando para estallar19. De hecho, cuando están seleccionando encajes, Adela le habla con sarcasmo a Martirio pues dice que al ser ella tan fea como es, se necesita buen humor para comprarlos, pues nadie la quiere ver. Martirio le dice enojada que son sólo para que ella se vea20. Adelante, se nos dice que a lo lejos se escuchan unos campanillos, como a través de varios muros; esto muestra el aislamiento de las mujeres, así como el canto lejano de los trabajadores, situación que hace que Martirio, después de verlos, quede cabizbaja, pues se siente mal por la situación de reclusión que vive21. También se denota el silencio al momento que Angustias entra furiosa haciendo contraste con el silencio que impera y adelante, cuando se lincha a la hija de la Librada, Adela pide que no lo hagan cogiéndose el vientre, por lo cual se infiere que ella también está embarazada22.
En el acto tercero, las paredes son blancas, ligeramente azuladas. Es de noche y hay un gran silencio. El azulamiento puede ser por la noche o por la presencia de Prudencia23. Adelante, primero es Martirio quien bebe agua, que es símbolo de erotismo, agua que fluye, y después es Adela quien dice que va a beber agua, va ver a Pepe, y sale enaguas blancas y corpiño, como novia, sin velo de muerte como el que usan Martirio y Bernarda24. Casi al final, Adela le hace frente a Bernarda, la nobleza contra la fuerza, le arrebata el bastón y lo parte en dos25.
Trama.
Acto primero.
El conflicto surge en este acto casi al final; cuando se sabe por Magdalena que Pepe el Romano pedirá a Angustias como Esposa. Es aquí donde se hacen se evidencian diversas problemáticas, entre ellas la desigualdad económica entre las hermanas, pues saben que él está interesado en angustias a causa de la dote, no por amor. Así, cuando Angustias quiere salir a ver a Pepe el Romano y Bernarda quiere impedirlo. Este el momento en que se tensa la situación. Este conflicto no se entiende sin el conocimiento que se nos da acerca de la situación en que viven. Un pueblo que está regido por el tradicionalismo más cerrado. La mujer, es sólo una posesión más en el reino de las mercancías. El hombre goza de un libertinaje sexual ansiado por la mujer. El costo que tiene desobedecer a la autoridad se paga con la vida; las relaciones humanas se dan como relaciones comerciales. Otras problemáticas que intervienen en el conflicto, las presente a continuación.
Cuando regresan de la iglesia, Bernarda dice que durante la idea, al único hombre que se puede observar es al oficiante de ella “y a ese por que tiene faldas. Volver la cabeza es buscar el calor de la pana”. La mujer no puede ver a los hombres y aquella que l hace es tachada como inmoral; esto nos muestra rasgos de la tradición que impera.
Bernarda. No hay a cien leguas a la redonda quien se pueda acercar a ellas. Los hombres de aquí no son de su clase ¿Es que quieres que las entregue a cualquier patán?
Poncia. Debías haberte ido a otro pueblo.
Bernarda. Eso ¡a venderlas!
Poncia. No, Bernarda, a cambiar… ¡Claro que en otros sitios ellas resultan las pobres!.26.
Bernarda trata de justificarse con respecto de que no permite que sus hijas vean a los hombres diciendo que los hombres de este pueblo no son de su clase, que son patanes que no las merecen. También vemos que ella, como perteneciente a la burguesía rural, no tiene tanto dinero como la burguesía de las ciudades u otras regiones, pero que en ese lugar, ella posee dinero y poder, cuestión, que a mi ver, es la razón de su estancia permanente en ese lugar.
Al momento en que se escapa la madre de Bernarda, la sacan al patio para que no moleste, pero Bernarda ordena que no se le deje cerca del pozo, no porque se preocupe por algún accidente, sino por que desde allí los vecinos la pueden ver. Podemos ver la preocupación de Bernarda, que se mantendrá en el texto, por “el qué dirán”. Antes, cuando llegan todos a la casa de Bernarda después de la misa para su segundo marido, dice que todos vienen a inundar su casa con el veneno de sus lenguas. De igual forma, cuando conocemos a Adelaida, quien es un mujer que es una mujer a quien su novio no la deja salir ni ponerse maquillaje, Amelia dice lo siguiente: “De todo tiene la culpa esta crítica que nonos deja vivir. Adelaida habrá pasado por mal rato”27. Esto también surge por una crítica de Bernarda a Adelaida con respecto del pasado de su Madre y aunque las hijas están de acuerdo con los comentarios de su madre, reconocen que es el tradicionalismo lo que les sojuzga y les impide alcanzar sus deseos, mientras que los hombres, como vimos arriba se les permite todo, además de que ello “…se tapan unos a otros las cosas de esta índole y nadie es capaz de delatar”28. Aquí entra un aspecto casi premonitorio de lo que sucederá, ya que se dice que lo hombre no delatan, pero las mujeres sí. El que hayan descubierto a Adela de sus relaciones con Pepe, tiene que ver con la delación de martirio, sin ello, al menos esa noche, no la hubiesen descubierto.
En Martirio, podemos ver la alienación que esta situación a causado; dice que realiza las cosas sin fe, pero como un reloj, refiriéndose a la medicación que lleva. Esta situación se repite en todas las hermanas y es por esto que a la llegada de Pepe, les despierta a todas el anhelo de por estar con un hombre, mismo que parece como la idealización de la virilidad. Es Martirio quien denuncia que las relaciones sociales se dan entre objetos y no entre personas. “¡Qué les importa a ellos la fealdad! A ellos les importa la tierra, las yuntas y un perra sumisa que les dé de comer!”29. La utilización de la palabra perra, denota el nivel al que ella considera que se rebaja a la mujer.
Cuando Adela trae puesto el vestido verde y se acerca al corral para ver a los hombres, se muestra el primer acto de rebeldía explícito, donde la acción y el color del vestido rompen con el luto impuesto por Bernarda. Su hermana Magdalena sabe que esto no le será permitido y siente lástima pues sabe que fracasará. A mi ver, esta actitud se parece a la de aquellos que, en la guerra civil, creían que la causa republicana era justa, mas no participaban con ellos pues, a su juicio, perderían. Otro rasgo de rebeldía de Adela, es cuando anuncia que no soportará ni se acostumbrará al encierro, que se revelará y es cuando Amelia le dice: “Lo que sea de una será de todas”30. Con esto muestra Amelia su conformismo ante todo lo que les ocurre.
Otro aspecto es el miedo de las criadas a que Bernarda escuche lo piensan a cerca de ellas. Pienso que, como están al servicio de la autoridad, de Bernarda, no les interesa otra cosa mas que estar bien con ella. Son como los esquiroles de Bernarda que también delatan las hijas cuando intentan pensar algo diferente a lo establecido. Vemos no sólo Bernarda está vigilando lo que ocurre, sino que también todos aquellos que están a su servicio. Esto, para mí fortalece la argumentación de ver a la casa como símbolo de España entera, de cómo utiliza los sectores no gubernamentales, lo que Gramsci designaría como la sociedad civil31, para perpetuarse como sistema hegemónico.
Segundo Acto
El conflicto central de este acto se desata con el hurto del retrato de Pepe el Romano perteneciente a Angustias; no sólo la tensión ocupa la escena sino también incertidumbre pues no sabes si Adela es quien tiene el retrato y sólo tenemos una ligera sospecha de que Martirio es la culpable. Cuando Martirio busca inculpar a Adela, además de intentar revelar de la relación secreta que sostiene Adela con Pepe al decir que el retrato podría encontrarse en corral, rebela el lugar donde Adela se encuentra con Pepe, ya que a Pepe le gusta estar con la luna, astro que simboliza a la mujer. Ante la incertidumbre, Bernarda ordena a Poncia que registre todos los cuartos y es así que descubren a Martirio y así se libera una batalla premonitoria de la que se encuentra al final del tercer acto.
Las variables auxiliares que intervienen en el conflicto que encuentro son las siguientes. Después de la disputa, salen todas y se quedan Poncia y Bernarda. Poncia intenta prevenirla de lo que está ocurriendo en su casa, sin embargo ella confía en que todo está bajo su control y en la imposibilidad de que alguna se rebele y triunfe. Aquí, nuevamente Bernarda muestra su característica de acomodar la realidad a sus necesidades y deseos sin importarle los demás sujetos. En con el siguiente diálogo podemos encontrar estas y otra características de Poncia y de Bernarda:
Poncia. (Siempre con crueldad) No, Bernarda: aquí pasa una cosa muy grande. Yo no te quiero echar la culpa, pero tú nos has dejado a tus hijas libres. Martirio es enamoradiza, digas tú lo que quieras. ¿Por qué no la dejaste casar con Enrique Humanes? ¿Por qué el mismo día que iba a venir a la ventana le mandaste recado de que no viniera?
Bernarda. (Fuerte). ¡Y lo haría mil veces! ¿Mi sangre no se junta con la de los Humanes mientras yo viva! Su padre fue gañan.
Poncia. ¡Y así te vas con esos humos!
Bernarda. Los tengo porque puedo tenerlos. Y tú no los tienes porque sabes muy bien cuál es tu origen.
Poncia. (Con odio). ¡No me lo recuerdes! Estoy ya vieja. Siempre agradecí tu protección.
Bernarda. (Crecida). ¡No lo parece!
Poncia. (Con odio envuelto en suavidad). A martirio se le olvidará esto.
Bernarda. Y si no lo olvida peor para ella. No creo que ésta sea la cosa muy grande que aquí pasa. Aquí no pasa nada. ¡Eso quisieras tú! Y si pasara algún día, estáte segura que no traspasaría las paredes.
Poncia. ¡Eso no lo sé yo! En el pueblo hay gentes que leen también de lejos los pensamientos escondidos.
Bernarda. ¡Cómo gozarías de vernos a mí y a mis hijas camino del lupanar!
Poncia. ¡Nadie puede conocer su fin!
Bernarda. ¡Yo sí sé mi fin! ¡Y el de mis hijas! El lupanar se queda para alguna mujer ya difunta…
Poncia. (Fiera) ¡Bernarda, respeta la memoria de mi madre!
Bernarda. ¡No me persigas tú con tus malos pensamientos!32
Hallamos caracterizada la relación entre Poncia y Bernarda, donde Poncia siente un gran odio por Bernarda y lo que le interesa es quedar bien con ella para que las contradicciones que se van agudizando no la alcancen de manera fatal. Bernarda muestra su autoridad a cada momento demostrando su fortaleza y ocultando sus debilidades. Otra cuestión inmersa en este diálogo pero que se da en una parte posterior a la citada, es cuando Poncia dice que la unión de Angustias con Pepe no es natural. Darle el carácter de no natural, supone la existencia de dos polos. Lo natural hubiera sido que Pepe buscara a Adela, pero además de esto, lo no natural se expresa en la situación en que tiene inmersa a toda la casa, enrareciendo la esencia de los habitantes, alienándolos. García Lorca no propone, al menos en este texto33, una utopía34 a seguir, sino que evidencia las contradicciones humanas de la realidad a través de la ficción.
Otra variable se presenta cuando todas, menos Adela pues está durmiendo, están habando acerca del cortejo que el hombre le hace a la mujer. Todas tienen dudas al respecto pues nunca se les ha hablado al respecto. Angustias recuerda las palabras de Pepe el romano en su declaración: “Ya sabes que ando detrás de ti, necesito una mujer buena, modosa, ¡y esa serás tú si me das la conformidad”35. Pepe la busca porque necesita una mujer buena y modosa, al igual como si buscara cualquier otro objeto. Se muestra como la mujer pierde su individualidad en esa sociedad. Poncia dice que todas están poco instruidas. Recuerda cuando su esposo se acercó a su reja y le dijo: “Ven que tiente”36. También les dice que: “…el hombre a los quince días de boda deja la cama por la mesa y luego la mesa por la tabernilla y la que no se conforma se pudre llorando en un rincón”37. La libertad, o mas bien libertinaje, es únicamente gozada por el hombre, mientras la mujer, por se un artículo más, debe quedarse inmóvil. Aunque Poncia le pegara a su esposo y estuviera a punto de hacerle perder un ojo, esto no cambiaba la situación que vivía pues funcionaba como válvula de escape para ese problema.
Cuando aparece Adela y Martirio le cuestiona acerca de lo que hizo anoche, Adela dice: “¡Déjame ya ¡ ¡durmiendo o velando no tienes porqué meterte en lo mío!¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!”38. Adela señala que es dueña de su cuerpo, que no le es ajeno, que no es propiedad de otro, además de que denuncia la vigilancia que se hacen entre las hermanas.
Al momento que están sola Poncia y Adela, Poncia le dice que ella es los ojos de Bernarda cuando no está, que si le gusta Pepe el Romano, tiene que reprimir esos sentimientos hasta el momento que Pepe enviude de Angustias:
…¿Quien dice que no ye puedes casar con el? Tu hermana Angustias es una enferma. Ésa no resiste el primer parto. Es estrecha de cintura, vieja, y con mi conocimiento te digo que se morirá. Entonces, Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se casará con la más joven, la más hermosa, y esa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo, lo que quieras, pero no te vayas contra la ley de Dios.39
Ella le pide que desee la muerte de su hermana. A este contexto alienante están expuestas todas, donde no importa pasar sobre el hombre y su existencia para alcanzar los fines. Hacer lo contrario, es ir en contra de la ley de Dios. Las leyes, el Estado y la organización social, se les presentan como relaciones sociales ajenas al hombre, predispuestas y que los hombres no pueden alterar.
Cuando están todas, sin Adela, arreglando los encajes y mencionan que le pueden servir a Angustias para cuando tenga hijos con Pepe, todas despotrican en contra de la labor de cuidar hijos, con respecto a las vecinas que se la pasan haciendo esa labor, entonces Poncia les dice que aún ellas viven en condiciones mejores que ellas, aún con el dinero y todas las comodidades, ellas no reprimen el erotismo nulo como se hace en la casa de Bernarda.
Al ver a los trabajadores, Magdalena dice que cada clase hace lo suyo, Martirio y Amelia asientan con la cabeza. Esto muestra la idea de que el mundo es como es porque una entidad superior a la que el hombre se aliena y deposita en el todas su humanidad, así lo desea40. Poncia, al ver a los trabajadores, nos dice que cuarenta o cuarenta y cinco segadores han llegado desde los montes para trabajar en la cosecha y con ellos una mujer vestida de forma muy llamativa, con lentejuela y que baila con un acordeón para los segadores; que se han llevado quince de ellos para que los entretenga un rato. Esto muestra un suceso muy frecuente donde hay migraciones de de trabajadores, ya sea momentáneas o permanentes, pues con ellos llega el sector terciario de la producción, el de los servicios, aquel que Marx categoriza como los realizadores de trabajo inmaterial. Con este sector llegan todos los servicios que se dan en grandes urbes, por lo que aparece la prostitución descarada y sin tapujos entre otros fenómenos sociales. Poncia dice que llevarse a la mujer y realizar estos actos son diversiones necesarias. Es interesante el carácter de necesidad que le da Poncia, pues lo maneja como si fuera algo natural en el hombre, inmanente a él. Lo que es cierto es que esa diversión la realizan para pesar en otra cosa que no sea su jornada laboral, en la tensión y alienación subjetiva que les produce el trabajo. Pero esta acción también los aliena ya que lo que los une con la mujer, es una relación material, comercial, no humana. Adela se queja que a los hombres se les permite eso y más. Amelia dice que nacer mujer es el peor castigo. Magdalena que ni sus ojos les pertenecen. Adela envidia el hecho de que los hombres están tan metidos en su enajenación que ni siquiera reflexionan acera de su condición, pues ella se está atormentado al saber que a cada momento se le dificulta más alcanzar su objeto de deseo: “Me gustaría poder segar para poder ir y venir. Así se olvida lo que nos muerde”41.
Acto tercero.
El conflicto central en este acto se presenta con la pelea entre Martirio y Adela, situación que se desata con el intento de escape de María Josefa. Adela muestra que no le importa que Angustias se case con Pepe en tanto que sea ella a quién abrase de amor. “Todo el pueblo contra mi, quemándome con sus dedo de lumbre, perseguida por las que dicen que son decentes, y me pondré delante de todos la corona de espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado”42. Todos en el pueblo buscan aparentar algo que no son, reprimir sus sentimientos en pos de la moral. Adela anhela alcanzar su objeto de deseo a toda costa, pues sabe bien las consecuencias que tendrán sus actos. Al llegar Bernarda, se da cuenta de que ha perdido plenamente el control, todas sus hijas están fuera de la casa, donde todos pueden ver lo que ocurre, Adela tiene cierta posibilidad de lograr su cometido, además de que ella rompe el bastón de su madre, rompe el símbolo de su poder opresor sobre sus hijas. Es por esto que su reacción debe ser igual de fuerte si es que quiere alcanzar su ideal de mantener en pleno control su casa. Bernarda da un tiro para intentar matar a Pepe pero no lo consigue, empero, Adela sabe que Pepe no volverá a buscarla a ella ni a ninguna mujer de la casa, es por eso sale corriendo viendo frustradas todas sus esperanzas. Se suicida al tan lejos la posible satisfacción de su necesidad de vida. Con esto, dentro de la ideología judeo-cristiana, se asume que su alma está condenada, que no tiene derecho a un entierro y aun así Bernarda acomoda la realidad a su gusto, pues pretende ocultar todo lo referente a la relación de Adela con Pepe, que ya no es virgen, que posiblemente muere embarazada y de su suicidio.
En realidad el acto no presenta una amplia gama de variantes auxiliares que intervienen en el conflicto, pero si se representa el conflicto general utilizando diferentes símbolos, como el caballo, el toro blanco, las estrellas, el anillo, mismos que desarrollo en tema de aspectos míticos. Dos conflictos auxiliares encuentro, uno se encuentra al principio del acto con la aparición de Prudencia, quien sufre porque su esposo no ha perdonado a su hija que la desobedeció, acción que felicita Bernarda, “Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en enemiga”43. La línea de Bernarda muestra la concepción que tendrá de Adela al final de la obra, una enemiga, su oponente que busca quebrar aquella represión y que buscará hasta el último aliento conseguir su objetivo al igual que Bernarda. Otro conflicto se desarrolla e la misma plática cuando Bernarda le pregunta por su esposo a Prudencia: “Ya sabes sus costumbres. Desde que se peleó con sus hermanos por la herencia no ha salido por la puerta de la calle. Pone una escalera y salta las tapias del corral.”44. La forma en que el dinero puede destrozar los lazos familiares más profundos se muestra, se denota la concepción que tienen Lorca acerca del dinero, logra denudar su esencia, así como muestra Marx en sus Manuscritos Económico Filosóficos de 1844 que Shakespeare lo hizo estos versos de Timón de Atenas:
¿Oro? ¿Oro precioso, rojo fascinante?
El oro torna blanco al negro, al feo hermoso,
Virtuoso al malvado, al anciano mancebo,
Valeroso al cobarde y noble al ruin.
El oro… aleja al sacerdote del altar
Y retira la almohada bajo la cabeza del enfermo.
Este áureo esclavo ata y desata
Vínculos consagrados; bendice al maldito;
Hace amable la lepra; honra al ladrón
Y le da rango, poder y preeminencia
En el consejo de los senadores; conquista pretendientes
A la vida provecta y corcovada;
Escomo un bálsamo que rejuvenece
Y pinta con los colores de la primavera
A los pacientes de pútridas lacerías
Arrojados con asco de los lazaretos.
¡Oh, maldito metal,
Vil ramera de los hombres,
Simiente de discordia entre los pueblos!…45

El está visión del dinero que encontramos en Lorca nos transporta a una contexto muy concreto, el de la modernidad capitalista aun existente, que no sólo controla España sino todo el mundo, determinando la forma como se reproduce la vida humana. A mi juicio, todos los conflictos de la obra tienen raíz en las relaciones económicas y de poder que se presentan encontradas, enfrentadas con las relaciones humanas que son sojuzgadas, enrarecidas y reprimidas por los otros. Bernarda es la representante de aquella clase empoderada y dueña del capital, del trabajo acumulado. Todos los demás actantes actúan en función de ella, ya sea para avalarla o contradecirla; este argumento es parte de mi interpretación de la casa como España entera.

Aspectos Míticos y Simbólicos.
En el primer acto, vemos a Adela dos veces con prenda de colores, un abanico y un vestido, mismos que muestran su vitalidad y su deseo por el erotismo faltante. También, cuando sacan a María Josefa al patio, a Bernarda no le preocupa que esté cerca del pozo, que como símbolo lorquiano y en la tradición literaria, es muerte, es agua estancada que trae consigo la muerte, recordemos el poema de Lorca Romance Sonámbulo de Romancero Gitano. También se encuentran los nombre s de todos los protagonistas, mismos que trato al principio del apartado de acotaciones, todos excepto el de Pepe el Romano, que parece ser tomado de la realidad pero ficcionado el apellido Romano, con el que podemos hacer la relación, Roma, Imperio, Fuerte, lo cual nos da una idea de lo que simboliza este actante que nunca aparece pero su solo nombramiento provoca estragos en la casa.
En el segundo acto, cuando todas hablan de la manera en que despertaron a refrescarse, se hace referencia a una tormenta que provocó lluvia, lo cual es un augurio de lo que ocurrirá al final del acto y de la obra. Un rasgo interesante, es cuando Adela dice que ama tanto a pepe que “Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente”46. La sangre puede ser tomada como la fuerza de la vida, aquello que nos hace sentir vivos, pero también sentir lo placeres de la juventud. No sólo se muestra el deseo, sino también se podría hacer una alusión a la tradición romántica del tema vampírico, donde la sangre es tomada como eso, como un elixir que te hace sentir vivo nuevamente. Adela desea alcanzar esa vitalidad cortada. Los ojos no son ventanas del alma, pero sí como una puerta para adentrarnos en la vitalidad del otro.
Otro aspecto de este acto, es el caballo garañón que está encerrado y da coces contra el muro. Este es la correspondencia de Pepe el Romano en el mundo animal, un símbolo sexual que llena toda la oscuridad, que se ve el doble de grande y que perturba a todas las hijas de Bernarda con su virilidad, además de que hablan de él como si hablasen de pepe el Romano47. También cuando todas ven las estrellas, Adela está fascinada mientras Martirio las ignora y Bernarda le dice que es mejor no pensar en ellas. La estrella puede significar la libertad faltante en la casa. Adela es aquella que anhela otra vida, Martirio se resigna y Bernarda le dice que también se resigne. Tomando la casa como España entera, la autoridad le dice al inconforme, al republicano que no piense que otra forma de vida es posible.
Conclusiones.

Creo que he desarrollado bien los temas que me he propuesto, sin embargo, sigo teniendo dudas respecto a la propuesta de ver la casa de Bernarda como España, pues creo que sólo mostré rasgos que pueden abrir interés en cuanto a esta visión. Creo que es un drama moderno que supera su humus histórico y nos hace pensar acerca de nuestra condición actual como humanos. No creo que sea fácil de clasificar, o la menos no con las actuales estructuras de análisis, o no con las que conozco, empero creo que si son una guía para entender más los subtextos de la obra.
Fin
FFyL / UNAM
Bibliografía.

García Lorca, Federico. La casa de Bernarda Alba. Ed. de Miguel García Posada. 3ª. ed. Madrid, España. Castalia, 1984. Pág. 73. (Col. “Castalia Didáctica…3”).

Contreras, Ariel y Ruiz Lugo, Marcela. Glosario de términos del arte teatral. 2ª. Ed. México. Trilla-ANUIES, 1983. Pág. 254. (Col. “Temas básicos. Lengua y literatura”).

Alonso de Santos, José Luis. “El conflicto”. La escritura dramática. 2ª. Ed. Madrid, España. Castalia, 1999. 485 Págs. (Col. “Literatura y sociedad…62”

Pavis., Patrice. Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Trad. Fernando de Toro. 1ª. Reimp. Barcelona, España. Paidos, 1990.

Heller, Ágnes. Teoría de las necesidades en Marx. Trad. José Francisco Ivars. Barcelona, España. Ediciones Península, 1978. 183 Págs.

Marx, Carlos. “Manuscritos económico filosóficos de 1844.”. Carlos Marx y Federico Engels. Obras fundamentales. Marx. Escritos de juventud. Trad y colec. Dirigida por Wenceslao Roces. 1ª. Reimp. México. FCE, 1982. 300 Págs. (Col. Obras fundamentales de Marx y Engels…1)
Acerca de la novela ¡Vámonos con Pancho Villa! De Rafael F. Muñoz

Francsico Javier Sainz Paz

Mi intención con este texto, es mostrar el desarrollo de la conciencia de Tiburcio Maya, pues es muy interesante como este se va desenvolviendo y las cavilaciones que surgen de este devenir, desde que Miguel Ángel del Toro, “el Becerrillo”, le dice “¡Vámonos con Pacho Villa!, hasta el momento de su muerte. A lo largo de la obra se retratan batallas, hechos sociales e históricos, pero lo que quiero mostrar es como estos transforman a la subjetividad del hombre y como siguen adelante con su vida.

Al inicio de la obra, en segundo capítulo, Becerrillo, se nos muestra el porque muchos se unían al movimiento revolucionario, la vaga intuición de que iban a luchar por una causa que les favorecía. “Ellos mismos no sabían a punto cierto que quería la Revolución, pero cada cual tenía sus motivos de queja y sus deseos de una situación mejor. Sus oídos, sus deseos de venganza, sus anhelos de mejoramiento económico, todo creían poderlo satisfacer”1. Los mismos “Leones”, cuando van a enterrar a Becerrillo, exponen el porque se unieron a las filas villistas:
-Becerrillo, acabaremos con los jefes políticos…
-Lucharemos por nuestras tierras.
.-No trabajaremos más para los amos.
-Vengaremos a don Abraham.
-Y tiraremos al pelón Victoriano, que me mandó cortar el brazo…2

Hasta aquí algo que se muestra fundamental para el desarrollo es el papel del narrador omnisciente, pues este caracteriza las situaciones en las que se desarrollan los actantes y sin esta información sería difícil entender el porque de las acciones. Simplemente, el siguiente párrafo nos revela el porque los campesinos participaron en la gresca armada de forma tan sencilla, que es que todo se resolvía así. Situación que nos recuerda al cuento de Edmundo Valadez “La muerte tiene permiso”, donde de igual forma nos muestra que las instituciones gubernamentales nos rigen la vida en esos pueblos, son otros usos y costumbres. Con esto me gustaría entrar a otro punto, ¿porqué describir le contexto en el que se desarrolla la vida humana en cierto momento histórico? La respuesta pienso yo que va mas allá de elementos formales o costumbristas pues la creación de la novela es posterior al hecho narrado. Se busca que como lectores entendamos la situación y reflexionemos, pero no sólo en ese momento histórico, sino también en el que vive el lector, en ese sentido podríamos ver que en general cualquier género literario, transmite un forma de conocimiento muy específico, que no viene del conocimiento científico, sino respecto a las diversas formas en que la conciencia humana se ha desarrollado en diferentes lugares y en diferentes momentos. El narrador nos pone en contexto y para que veamos como este influye en el devenir de la conciencia del personaje. Por ejemplo, en este mismo capítulo donde “Los Leones” se alistan en ejercito villista, pierden a su primer elemento, aquel que los conminó a unirse a la lucha, el Becerrillo y al mismo tiempo, surge la figura de Tiburcio como el líder. Ese momento donde Miguel Ángel ya no puede hablar debido al dolor y solo Tiburcio se atreve acercarse a él es muy impresionante: “Miguel Ángel le dirigió una mirada, una intensa mirada de tristeza, de gratitud, de despedida, […] El Viejo comenzó a derramar pesadas lágrimas que le caían sobre su desordenado bigote gris”. La narración hace que la furia del combate se congele por unos instantes y observamos como Tiburcio derrama algunas lágrimas como si a partir de este momentos la muerte y él se hicieran una, no le pesa pero si la siente. A partir de aquí pareciera como si el personaje sintiera que el mismo murió, situación que se vera más adelante con la muerte de los demás “leones” y de su esposa y sus hijos, estos últimos asesinados por Villa.
Esta actitud la podemos encontrar también después de que se salvan de la horca y el círculo de la muerte los invita a jugar algo que se asemeja como ruleta rusa, es allí donde por dar una idea de cobardía de su parte deciden participar y Tiburcio les dice:
Creo que los hombres que son valientes vienen así desde que los echan al mundo: ni los cobardes se pueden volver valientes por más que quieran, ni los valientes se amiedan aunque la vean perdida. A nadie se le puede enseñar a valiente, pero si dice lo que es hay que probarlo. Por eso vine yo aquí, a ver si no l tiemblan las corvas a alguno; una cosa es andar en cantinas y por ahí echando habladas, y otra arriesgarse a que le venga un plomazo de la oscuridad, sin tener a nadie a quien echarle la culpa. Pero también vengo a sostener una cosa, que no es cierto que a quien le toque la bala habría que señalarlo como cobarde: miedoso es el que tiembla y no el que cae. Nosotros somos tres. Nosotros somos tres, y ustedes diez; luego es más fácil que salga más uno de ustedes que uno de nosotros, y yo quiero decirles que no hemos de pensar que es cobarde el que salga herido o muerto, aun cuando sea de ustedes. Y si cualquiera de nosotros le toca, los otros dos vienen a sostener que no ha sido porque aquél se amiedara…3
Transcribo este párrafo completo porque creo que resume una posición que mantiene Tiburcio durante toda la novela con respecto al valor. La primera intención de Tiburcio es mostrarles a los integrantes del círculo de la muerte que su juego no prueba nada que es más cobarde y estúpido lo que hacen ellos, jugar con sus vidas, en cambio Tiburcio es cierto que ya poco le importa si vive o si muere, pero el hila su destino con el del movimiento revolucionario villista, lo cual para él engrandece sus propósitos y su vida misma. Tiburcio prefiere morir en le campo de batalla a manos del enemigo que en este juego estúpido, empero “los leones” deciden participar y así pierden a un camarada. Este aspecto de “los leones” es algo que marca su destino y en realidad es la causa de la muerte de todos ellos. Tiburcio pierde a su familia pero para él están justificadas sus muertes por el proceso revolucionario y los fines que a su juicio, este persigue.
Adelante podemos encontrar momentos donde Tiburcio empieza a recular acerca de la Revolución, aunque son titubeos muestran el carácter del personaje, como en el capítulo “Una hoguera”, donde su compañero Máximo Perea contrae viruela y está muriendo porque no tienen las medicinas para curarlo y la solución de su superiores es quemarlo para que al menos no contagie a los demás. La reacción de Tiburcio es encolerizarse. “…¿Este es el premio a un soldado de la Revolución? ¿Es éste un ejército de hombres o una tropa de perros?…4”. aunque está indignado también comprende a Urbina, su superior, con respecto a la decisión y el mismo decide que quemará vivo a su compañero. Debido al contacto que tubo con Máximo durante su enfermedad, todos creen que también Tiburcio está contagiado y todos huyen ante su presencia: “…quiso gritar y permaneció mudo; quiso golpear, quebrar, destrozar y permaneció inmóvil. Ante sus ojos el yermo se desenvolvía como una enorme venda sucia. […] Toda la mañana estuvo pensando una misma idea, apretaba los dientes como si la tuviera presa entre las mandíbulas y no quisiera que se le escapase. Era como una pesadilla interminable, un rumor de bosque que o cambiaba nunca”5.
Este es el momento más fuerte donde titubea Tiburcio, se puede ver en su actitud frente a los heridos, con el muchachito que regaña con tinte paternal, se nubla su idea de valentía mientras deserta de las filas villistas en el tren. En siguiente capítulo nos enteramos que Villa sufre varias derrotas y Tiburcio regresa a su pueblo con su familia pero un sentimiento de rencor pues Villa lo había “ninguneado”, sin embargo mantiene la esperanza de que regresará por el para seguir la lucha, es entonces cuando al ver un grupo que viene a caballo se alerta y se da cuenta que es Villa reclutando a su tropa, dialogan y el general le dice a Tiburcio que se valla con él, pero esta vez el lo piensa, pues siente a su familia como una carga, entonces Villa mata ala hija y a la esposa de Tiburcio su cara: “Con los ojos enrojecidos y la mandíbula inferior suelta y temblorosa, as manos convulsas, sudorosa la frente, sudorosa, sobre la que caían como espuma de jabón los cabellos blancos, el hombre tomó a su hijo de la mano6”, así partió “…hacia la guerra, hacia su destino, con el pecho saliente, los hombros echados hacia atrás y la cabeza levantada al viento, dispuesto a dar la vida por Francisco Villa…”7. A partir de aquí notaremos que la actitud de Tiburcio frente a la muerte regresa y su idea de valentía se renueva, pero esta vez se enfrentará a nuevas situaciones, como la desconfianza e Villa que piensa que todo mundo lo quiere ver muerto y cobrar la recompensa que hay por su cabeza, pero también nos vamos adentrando en la relación que hay entre Villa y Tiburcio, en el afecto que le tiene Tiburcio a su general, pues aunque ya no sabe porqué pelea y llega a pensar que es un bandido no le importa esto estando con su general. Empero, aunque tenga esas dudas, su sentido de la guerra es diferente: “…No es posible razonar en este ambiente. Sin embargo, hay que comprender que estamos aquí para defendernos, porque somos débiles. De otro modo, perseguiríamos. No odiamos, como el jabalí no odia al perro: huye mientras puede, y solamente cuando está cercado por el enemigo, le tira dentelladas para destrozarlo. Así, nosotros acosados por la jauría nos defendemos. Estamos luchando en defensa propia, y nada más. Matamos en defensa propia”8. Si bien no tienen muy claros los objetivos de la revolución, saben que deben de pelear por lograr mejores condiciones de vida, y que los soldados del enemigo, no son propiamente sus enemigos a vencer, sino aquellos que controlaban al país políticamente, lo cual es una claridad que muchos movimientos sociales ya hubieran deseado para sus propias luchas. Tiburcio ciñe plenamente su vida al destino de la revolución, su vida como padre o esposo se le hace algo tangencial y circunstancial. Es por eso que al final de la obra, es difícil decir si los villistas eran bandidos como quieren mostrar los actuales libros de textos y posiciones políticas hegemónicas, pues al menos lo que nos muestra esta obra, es uno grupo de revolucionarios que buscan derrotar a sistema político y como la misma lucha los va cambiando en muchos sentidos, como la realidad choca con ellos y sus anhelos, y es gracias a este pensamiento que deciden también luchar por la liberación de la patria, idea que ejercen al invadir Estados Unidos y hacer la guerra lo mismo a los carrancistas que a los “güeros”, es aquí cuando cambian su idea los villistas y no creen mas que ellos sean bandidos, sino revolucionarios nuevamente que luchan contra el usurpador Carranza.
Después del enfrentamiento, cuando hieren a Villa y matan al hijo de Tiburcio, el general separa momentáneamente su ejército para curarse en Guerrero escondido en una cueva, donde solo lo acompañan 6 personas. Durante una guardia, al sucede, los guardias se tardan y sale Tiburcio donde es aprehendido por el ejercito norteamericano, allí lo curan y durante el interrogatorio con un sargento, este le pregunta a Tiburcio acerca de su familia y le dice que a todos los mató Villa. En este diálogo nos muestra a plenitud la idea que Tiburcio de Pancho Villa, le es fiel hasta la muerte como se ve en le desenlace de la novela. Le cuida como si fuera su hijo, cariño que no demostró con nadie más de su familia, representa para el autoridad inapelable aunque es un hombre; es su dirigente aquel que lo guía y lo llevará a cumplir sus anhelos y los de la revolución.
Como vemos, su concepto de valentía no cambia y marca su destino. Puede titubear o parecer que cambiará de rumbo, que tiene elección, pero al final regresa a la senda inicial, pero el como se desarrolla su vida y como las situaciones marcan las sus acciones es muy interesante, ver ante que se indigna que acepta sin más para como Rafael F. Muñoz construyo al personaje de Tiburcio Maya. También nos damos cuenta que la novela es muy visual, lo que ayuda a que esta novela se hiciera película y el guión fuera elaborado por Xavier Villaurrutia y Fernando de Fuentes.

Bibliografía.

Muñoz, Rafel F. ¡Vámonos con Pancho Villa! ¡Vámonos con Pancho Villa!, se llevaron el cañon para Bachimba,¿Historia, novela?. Prol. de Roberto Suárez Argüello y Marco Antonio Pulido. México, D.F. Promexa editores, 1979. Págs.1-158.
Ensayo acerca de la obra El Periquillo Sarniento de José Joaquín Fernández de Lizardi.

Francisco Javier Sainz Paz

El Periquillo Sarniento fue escrito en los años de la Revolución de Independencia y aunque se sabe que el autor no ejerció la “crítica de las armas”, de forma inmediata, podemos decir que utilizó su producción intelectual a favor de la independencia, ejerciendo “las armas de la crítica” con el fin de educar a la sociedad y mostrarle la necesidad de su emancipación basándose en los ideales ilustrados y toda esta tradición de pensamiento, que asimiló Lizardi para aplicarla en su realidad concreta. La manera en que realiza esto en El Periquillo Sarniento es a través de la sátira, misma que causó tal impacto en la sociedad que estuvo preso en varias ocasiones. Sin embargo su plena publicación se realizó en 1927, cuando ya había triunfado la Revolución de Independencia, lo cual denota que también jugó un papel de justificación de lo que encausó a la revolución y que se vea con aspectos positivos a las clases medias.
Podemos apreciar que la obra está permeada por un materialismo que lleva a Lizardi a creer en que son las condiciones en las que se vive, lo que determina la forma en que el hombre se desempeña en la realidad que vive; de esta premisa parte para pensar en que transformar la condición del hombre es posible, así como es posible educarlo para que el se transforme así mismo. Esto es también lo que hace que en la novela se definan las causas y circunstancias históricas de la conducta picaresca, lo cual se ve en la narración de cómo Periquillo llega a la condición de pobreza. Pero esta narración se ve como un devenir donde Periquillo viene de una clase media y llega a convivir con lo más bajo de la estratificación social, con lo cual, Lizardi nos logra mostrar la situación de la sociedad. Entiendo que la literatura no es un reflejo de la sociedad, empero, la literatura como fenómeno social logra portar la concepción del momento histórico de su creación, al menos la perspectiva del artista.
La sátira de Lizardi no se contenta con mostrar lo gracioso, lo pintoresco, lo ridículo o lo cínico, de todos lo estratos y la mayoría de los oficios de la sociedad, pues su intención es mostrar a un sistema en el cual y por el cual, estos individuos, actantes que evocan a una realidad muy concreta, se comportan de la forma en que lo hacen. Un ejemplo es su concepción de la nobleza como clase ociosa que funda su poder en el privilegio heredado que se transmite de padres a hijos, concepción que asimila de la tradición ilustrada y reconoce que la problemática radica en la educación, pero esta vista en distintos niveles de esencia social, donde el aristócrata debe ser educado para mandar, para ser la cabeza intelectual y el resto de la sociedad debe ser educada para obedecer, para realizar el trabajo físico que se necesita para sustentar a la nación, mismo que no envilece al hombre.
Otro aspecto es que reconoce a todo el sistema colonial como el medio para la explotación, es decir que la organización política de la sociedad está destinada a ella, así como la organización social que sería la educación, la religión y la cultura. Estos son aspectos generales que encuentro en la obra y que ejemplificaré con el capítulo XXI “Cuenta Periquillo la pesada burla que le hicieron los presos en el calabozo, y don Antonio concluye su historia.”
Al inicio, cuando se llevan a Periquillo a otro calabozo nos dice:
Por mi desgracia, entre tanto hijo de su madre como estaba encerrado en aquél sótano, no había otro blanco más que yo, pues todos eran indios, negros, lobos, mulatos y castas, motivo suficiente para ser en la realidad, como fui, el blanco de sus burlas.1
Periquillo que perdió su condición económica de clase media se encuentra con las clases más pauperizadas de la sociedad, mismas que no son caracterizadas de forma distinta pues todas padecen de la misma hambre como se narra cuatro párrafos más adelante. Su burlan de él ya que es difícil ver a un criollo en tal decadencia social y ser considerados como ladrones, cuestión por la cual los presos dicen que la única diferencia entre el robo de un rico y de un pobre, es la cantidad de dinero que se roban:
— ¿Conque, amigo, también usted ha caído en esta ratonera por cucharero? ¡Buena cosa! ¿Conque también los señores españoles son ladrones? ¡Y luego dicen que eso de robar se queda para la gente ruin!
— Note canses Chepe —decía otro—; para eso todos son uno, los que tiene es que yo y tú robaremos de un reboso, un capote, o alguna cosa ansí; pero éstos, cuando roban, roban de a gordo2.
Por parte de los grupos más pauperizados, es interesante ver como no distinguen de clase social entre los grupos sociales que tienen mejor condición económica que ellos, pues para ellos, todo aquel con piel blanca es rico o con ciertos objetos de nulo acceso para ellos debido a su nivel adquisitivo tan bajo también lo es, es decir, no desnudan la apariencia fenoménica y no entienden que Periquillo no es rico y que no lo fue, sino que por sus estudios tenía una posición económica que le permitía tener ciertos artículos lujosos o que al menos no denotaban pobreza. La nula educación de estos sectores se hace tangible entonces También es interesante como Lizardi iguala a dos sectores opuestos, ricos y pobres, pero se denota que ambos deben ser educados, como veremos más adelante.
Con el torrente de orines que arrojan sobre Periquillo en varias ocasiones, él se siente realmente denigrado:
¡Válgame Dios! ¡Y qué acongojado no sentí mi espíritu aquella noche al advertirme en una cárcel, enjuiciado por ladrón, pobre sin ningún valimiento, entre aquella canalla, y sin esperanza de descansar siquiera con dormir por la razones que he referido3.
Es importante destacar lo que significa el mostrar Periquillo denigrado, pues este representa a un estrato social y es a todo ese estrato al que se está representado aquí y en toda la obra, lo cual también nos puede remitir a quién es el lector de la obra, la clase o grupo social que más a leído la obra. No es a los sectores pauperizados dado que en la mayoría de los casos ni siquiera sabían leer. Pienso yo que era aquel sector que desarrollaba su fuerza de trabajo de modo intelectual, es decir, en algún sector donde la división del trabajo es más especializada y se necesita de un especialista para que desempeñe esa labor y ese sector eran los criollos. Y creo esto porque a mi parecer, la intención de Lizardi es hacer reflexionar sobre su condición de vida y posibilidades de desarrollo en esa en esa organización política y social que viven.
Más adelante, cuando don Antonio le dice a Periquillo que lo va ayudar para que lo saquen de ese calabozo, se suscita este diálogo:
— ¡Ay amigo! —le dije—, que me parece que se avergonzará en vano; porque ese comitré es muy duro e incapaz de suavizarse con ningunos ruegos del mundo.
—No se aflija usted —me contesto—, porque yo sé la lengua con que se le habla a esta gente, que es con el dinero, y así, con cuatro o seis reales que le demos, verá usted como todo se consigue4.
Para la clase media y pauperizados, se denota que no es posible suavizar a la justicia, de ser sensible ante la condición en que se vive, pero para aquellos que su nivel adquisitivo sea alto, con un soborno se puede realizar esto. “Poderoso cavallero es don Dinero” escribió Francisco de Quevedo para mostrarnos este fenómeno. “Relaciones sociales ente objetos, relaciones materiales entre personas”, esto es lo que podemos ver. Acerca de la tradición picaresca, me gustaría agregar que la utilización que hace de ella Lizardi no es la común, pues su intención no sólo es ridiculizar a sectores sociales, va más allá, la supera, ya que conserva la tradición picaresca, la destruye y la eleva, pero gracias a las concepciones ilustradas que asimiló. Empero, no creo que este proceso de superación hegeliana de la tradición picaresca haya sido conciente, pues no tengo la información de si Lizardi tuvo contacto con la obra de este filósofo, sin embargo, estas ideas ya estaban dentro de la esfera intelectual del proyecto de la modernidad ilustrada.
En otro párrafo, más adelante, Periquillo expresa que no sabe como dar gratitud de lo que su amigo don Antonio hace por él y piensa:
Yo no tenía palabras con que significar mi gratitud a Don Antonio, después que entendí (porque me lo dijo otro preso) todo lo que había hecho por mí, pues el apenas me aseguró que no me mortificara más. Este es el verdadero carácter de un buen amigo y de un caritativo, no jactarse del beneficio que hace, hacerlo sin mérito y tratar aún de que no lo sepa el agraciado para que no le cueste el trabajo de agradecerlo. Pero ¡qué pocos amigos hay de éstos! Y ¡qué pocas caridades se hacen con tanta perfección! Ordinariamente las más caridades, o favores que llevan este nombre, suelen hacerse más bien por pasar plaza de generosos y buenos cristianos (lo que a la verdad es hipocresía) que por hacer un beneficio, y esto es puntualmente contra el orden mismo de la caridad, pues Jesucristo dijo que lo que de la mano derecha no lo sepa la mano izquierda.5
A don Antonio se le pone en el mismo plano que a Periquillo y lo pone como un buen amigo y cristiano. Si recordamos que cuando Periquillo cae en desgracia nadie de sus amigos y parientes lo quiso ayudar y que este hombre que también cayó en desgracia, perteneciente a su grupo social, lo ayudó, podemos encontrar representaciones de grupos sociales en estos sectores. Que ellos se tienen que ayudar mutuamente para salir adelante pues nadie más lo hará, pues a la corona no le importa el destino de la Nueva España y los sectores pauperizados están para sustentar económicamente a la nación, no para dirigirla, por lo que son los criollos los que deben realizar esta labor. Pero también, a todos aquellos que no tienen esta actitud los tacha de malos cristianos utilizando como de autoridad a Jesucristo.
Este buen amigo también decide continuar el relato de su desgracia a Periquillo, pero lo hace con el fin de:”…por cuanto aprenda a conocer el mundo y sus ardides”6. Es decir, busca educar a Periquillo con respecto a estas contradicciones que tiene su mundo.
Al final del relato de don Antonio, cuando el Marqués le dice que se considere preso, el relata:
Considere usted el sobresalto que me ocuparía al verme preso, y sin saber el motivo de mi prisión; pero mucho más sofocado quedé cuando preguntándolo el Marqués, le dijeron que por contrabandista, y que, en achaque de géneros suyos, había pasado la noche antecedente en una buena porción de tabaco ente los tercios, que aun debían estar en su bodega; que la denuncia era muy derecha, pues por menos venía que por el mismo arriero que enfardeló el tabaco; por señas que los tercios más cargados eran los de la marca T; y por último, que de orden del señor director prevenían al señor marqués contestase el particular y entregase el comiso.7
Más adelante le dice a Periquillo:
Dos años hace que habito las mansiones del crimen, reputado por uno de tantos delincuentes; dos años hace que sin recurso lidio con las pérfidas del Marqués, empeñado en sepultarme en un presidio, que hasta allá no ha parado su vengativa pasión; porque después que con infinito trabajo he probado con las declaraciones de los arrieros que no tuve ninguna noticia del tabaco, él me ha tirado a perder demandándome el resto que dice falta a su principal; dos años hace que mi esposa sufre un honrosa prisión, dos años hace que yo tolero con resignación su ausencia y los muchos trabajos que no digo; pero Dios que nunca falta al inocente que de veras confía en su alta Providencia, ha querido darse por satisfecho y enviarme los consuelos a buen tiempo, pues cuando ya los jueces engañados con la malicia de mi poderoso enemigo y con los enredos del venal escribano de causa, que lo tenían comprado con doblones, trataban de confinarme a un presidio, asaltó al Marqués la enfermedad de la muerte, en cuya hora, convencido de su iniquidad, y temiendo el terrible salto que iba a dar al otro mundo, entregó a su confesor un carta escrita firmada de su puño, en la que, después de pedirme sincero perdón, confiesa mi buena conducta, y que todo cuanto se me había imputado había sido calumnia y efecto de una desordenada y vengativa pasión.8
El Marqués lo hace encarcelar pues les estorba en sus planes de conquistar a su esposa, soborna a todo la organización política y jurídica con tal realizar sus deseos. Los nobles modifican y utilizan las leyes y las estructuras a sus deseos y esto sucedió con asunto que en realidad era un capricho individual, pero si esto pasara con cuestiones que quisiera impulsar estos nobles para enriquecerse más. Creo que este es el mensaje detrás de esta parte del relato. Lo único que ya puede salvarlo es Dios con su favor, lo mismo sucede con todas las instituciones que solo velan por los intereses de la nobleza.
Estas son algunas de las cuestiones que a mi parecer Lizardi busca enseñar en este capítulo, pues creo su preocupación central es la enseñanza, es decir, que la toma de conciencia de las contradicciones que existen en el mundo transforma la realidad; esto podría decir si no es por que también participó en el movimiento armado, habría que analizar las condiciones en las que la hizo, pero ambas corresponden con la teoría ilustrada del progreso de la sociedad a través de la toma de conciencia, e incluso los métodos son los mismos pero aplicados a la realidad latinoamericana.
Bibliografía
Fernández de Lizardi, José Joaquín. “Capítulo XXI. Cuenta Periquillo la pesada burla que le hicieron los presos en el calabozo, y don Antonio concluye su historia.” El Periquillo Sarmiento. Pról. Jaime Erasto Cortés. México. Promexa, 1979. Págs. 217-227. (Col. “Clásicos de la Literatura Mexicana”).